Archivo diario: 25/10/2009

El Bierzo reclama cambios en la política medioambiental en el ‘Día de Acción Global Contra el Cambio Climático’

Durante la tarde de ayer unas 250 personas nos reunimos en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada para celebrar una primera “Batucada por la Tierra”. Algunas de ellas vinieron acompañadas de sus hijos. El acto estaba convocado por la ONG 350.org, en una acción internacional que ha reunido a más de 3.000 eventos realizados simultáneamente en casi doscientos países. En La Bañeza (León), también hubo otra acción similar.

Vitoria y Madrid  también celebraron  eventos contra el cambio climático. En la capital del reino, en la Puerta del Sol, el colectivo Ecologistas en Acción representó un teatrillo sobre las posibles consecuencias del calentamiento del planeta. Todo ello enmarcado dentro del ‘Día de Acción Global Contra el Cambio Climático’.

En Ponferrada el encuentro se desarrolló al ritmo de instrumentos de percusión de todo tipo. Tambores, bombos, panderetas, y hasta vajilla doméstica (como vasos metálicos, cacerolas y sartenes) reclamaron la atención de los pasantes. También hubo una actuación del grupo de capoeira de la ciudad.

Con estas expresiones los presentes celebraron, en un día particularmente lluvioso, su compromiso personal con una protesta convocada para exigir a los políticos la adopción de medidas eficaces contra la subida global de la temperatura en el planeta.

En la convocatoria ponferradina participaron diferentes grupos sociales y ecologistas, como Ecologistas en Acción del Bierzo, Bierzo Aire Limpio, Acción en Red, Asociación de Mujeres del Bierzo, Sonido y Vida y la Redina berciana.  A última hora se sumaron Bierzo Natura y la Sala de Arte 2000 vacas. Nada supimos,  en cambio, de los políticos. Su ausencia sirvió para evidenciar su despreocupación por el tema.

Eva Masana, una joven recientemente afincada en el Bierzo, leyó un manifiesto colectivo que abordó la problemática global que supone para la humanidad la subida imparable de la temperatura. El texto hizo también hincapié en las actitudes cotidianas necesarias para propiciar un cambio de dirección, así como sobre la necesidad de presionar a nuestros políticos para que desde las instituciones fomenten políticas sostenibles.

Finalmente, los manifestantes acordaron convocar otra manifestación para el día 12 de diciembre, coincidiendo con la celebración del COP 15 (Cumbre del Clima) en Copenhague. En ese encuentro, como es conocido, los líderes mundiales decidirán la política medioambiental a seguir durante los próximos quince años en sustitución del actual protocolo de Kioto, que fecha del año 1997.

Os recomiendo la lectura del manifiesto popular de la “Batucada por la Tierra.” y también que echéis una mirada a un enlace de 350.org.  ,El documento recoge impresionantes imágenes de algunos de los miles de eventos realizados por todo el mundo, por personas totalmente anónimas.

Manifiesto popular: “El planeta está en crisis: por un modelo justo y sostenible”.

Siguiendo la convocatoria de la ONG 350.org para la campaña internacional dedicada a construir un movimiento que una el mundo alrededor de las soluciones necesarias para la crisis climática, desde El Bierzo hemos decidido sumarnos a esta campaña organizando una ”Batucada por la Tierra” que pretende concienciar sobre la responsabilidad que todos tenemos en el cambio climático y sobre los pequeños gestos que podemos hacer en nuestra vida diaria para ayudar a salvar nuestra única casa: la Tierra.

Este año 2009 es clave en la lucha contra el cambio climático, ya que a finales del mismo se van a tomar las decisiones que configurarán el marco global que regirá los compromisos que asuman los países para luchar contra este importante problema. En la ‘Cumbre de las Naciones Unidas del Cambio Climático’, que tendrá lugar del 7 al 18 de diciembre en Copenhague, se decidirá la forma del acuerdo que sustituirá al Protocolo de Kioto, una vez que éste haya expirado su periodo de vida a finales del año 2012.

El cambio climático está provocado por la actividad humana y sus impactos ya son evidentes. En la actualidad sabemos positivamente que la concentración actual de dióxido de carbono en el planeta es la más alta de los últimos 650.000 años y sabemos que este CO2 procede en su mayoría de la quema de combustibles fósiles.

El IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas) en su último informe señala que la temperatura media ha subido 0,74º C en los últimos 100 años. Sin embargo, el IPCC también confirma que esos impactos se pueden mitigar estabilizando los gases de efecto invernadero, de modo que no se superen los 2º C de incremento de la temperatura global respecto a la época preindustrial, usando para ello las tecnologías actualmente disponibles, – o aquellas que se espera sean comercializadas en las próximas décadas -, e incidiendo en el ahorro energético.

Se trata además de un problema que afecta y afectará de forma más severa a los países empobrecidos, que en modo alguno son responsables de su génesis. Así, el 20% de población más favorecida del mundo consume más del 86% de los recursos naturales y genera más del 50% de las emisiones de CO2, mientras que el 20% de la población más desfavorecida apenas disfruta del 1,3 % de los recursos y solo es responsable del 3% de las emisiones de CO2. Los efectos del cambio climático, incluso en una versión muy ralentizada, no harán sino exacerbar esta situación.

Seguir invirtiendo todo el ahorro nacional en el hiperconsumo de recursos es insostenible; una opción sin futuro que nos pasará factura. Si toda la población mundial viviera con el estilo de vida de los europeos necesitaríamos nueve planetas para satisfacer nuestras necesidades.

Entre las consecuencias más graves del cambio climático está la pérdida de producción agraria, que aumentaría la inseguridad alimentaria, generaría mayores dificultades para disponer de agua y una mayor vulnerabilidad a enfermedades y catástrofes climáticas, como sequías o inundaciones. Hay consenso en que el cambio climático hará crecer el número de refugiados ambientales en todo el mundo.

En España esta subida de temperatura ha sido aún mayor, lo que ha provocado que nuestros glaciares han reducido su extensión y las olas de calor, las sequías y los cambios abruptos de temperatura y precipitaciones sean cada vez más frecuentes. Es también perceptible una menor disponibilidad de recursos hídricos. Todos estos factores están teniendo ya en nuestro país, y en nuestra tierra, graves consecuencias para sectores importantes de la economía, como los son el agrario y el turístico, dos motores muy importantes en nuestro desarrollo.

Por ello, las organizaciones convocantes de este acto pedimos al gobierno, que de cara en la cumbre de Copenhague apoye un nuevo acuerdo justo y suficientemente ambicioso que sustituya al vigente Protocolo de Kioto, y que se base en los siguientes principios:

a). Los países industrializados deberán comprometerse a reducir sus emisiones, con medidas internas, al menos en un 30% para 2020 y un 80% para 2050, con respecto de los niveles de 1990.

b). Deberán apoyar a los países empobrecidos, y ayudar a las economías emergentes, para que reduzcan sus emisiones respecto a su tendencia actual para antes de 2020. Esto se conseguirá mediante transferencia de tecnología, comercio e inversión, que posibilite satisfacer sus necesidades energéticas de forma limpia y sostenible.

c). Deberán proporcionar financiación suficiente, estable y adicional, para la adaptación de los países en desarrollo a los impactos del cambio climático.

d). Deberán asegurar que las emisiones procedentes de la deforestación y degradación de los bosques se reduzcan drásticamente respetando los derechos de los pueblos autóctonos.

Exigimos al Gobierno central, a la Junta de Castilla y León y al Consejo Comarcal del Bierzo, que den a la lucha contra el cambio climático la prioridad que se merece, ejerciendo y desarrollando las políticas necesarias para ello, promocionando y apoyando a las empresas que adapten procesos productivos que minimicen su incidencia en el cambio climático, mediante cambios a tecnologías más limpias, la reducción del consumo de energía y de agua y la implantación de sistemas de gestión ambiental verificados, etc.

Este cambio de actitud y de sensibilidad ambiental del que hablamos, pasa por no permitir proyectos como el de Cosmos en Toral de los Vados, o el de Aqualdre Zinc en Cubillos del Sil, que suponen un importante retroceso en la calidad medioambiental de nuestra comarca, con repercusiones negativas para la salud de sus gentes y de los productos agroalimentarios de esta tierra. Aspectos que engañosamente dicen promover desde estas instituciones, aunque luego no les tiemble la mano a la hora de firmar las autorizaciones para estos procesos industriales tan negativos.

Exigimos a nuestros representantes políticos el compromiso, el rigor técnico necesario y la participación del movimiento ecologista en la transcripción de la nueva ley marco europea sobre residuos, para que la aplicación de la misma se realice en función de los intereses sociales y de protección a la salud de las personas, y no de la cuenta de resultados de sectores como el cementero. Las cementeras pretenden hacer el negocio del siglo con la quema de residuos urbanos, sustituyendo el cook de petróleo y los combustibles fósiles que utilizan por los residuos urbanos, que tienen una potencialidad contaminante aún mayor. Esto les permitiría el juego necesario para reducir artificialmente sus emisiones de CO2 a costa de soltar a la atmósfera sustancias mucho más peligrosas y que antes no emitían. Es el caso de los COPs (Compuestos Orgánicos Persistentes) que junto con las dioxinas o los metales pesados son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como potentes cancerígenos.

Pero el negocio no termina aquí. Además de poder justificar sus emisiones en C02, con el ahorro que esto representa, también verían reducida su factura de combustible en proporción al porcentaje de toneladas de residuos utilizadas para sustituirlo. A lo que se añade que además cobrarían de la Administración, – es decir, de nuestros impuestos -, por quemar estos residuos. El precio iría en función de la peligrosidad del mismo. ¡Los enfermos y los muertos ya los ponemos nosotros!

A las empresas con huella ecológica ya establecidas en nuestra comarca les pedimos una apuesta decidida por la inversión en tecnologías de producción limpia, para tratar de mitigar al máximo los efectos de la contaminación. Y a los sindicatos que apoyen estás políticas incidiendo en su desarrollo, como la mejor garantía de estabilidad y de defensa del empleo. Por todo ello exigimos a las administraciones públicas, – central, autonómica y local -, que en el marco de sus competencias adopten medidas e implanten y favorezcan políticas que ayuden a frenar el cambio climático.

La crisis global en que nos encontramos es la consecuencia de un modelo de desarrollo insostenible. Es el momento de dar un giro y apostar por vivir sin exceder la capacidad de nuestro planeta, utilizando los recursos de forma sostenible y con equidad. Otro modelo de desarrollo es posible, empezando por un cambio a un modelo energético basado en el ahorro, la eficiencia energética y las energías renovables. No queremos políticas que por un lado favorezcan mínimamente a las energías limpias y por otro mantengan los privilegios de las energías sucias.

También es urgente avanzar hacia una movilidad sostenible en nuestras ciudades y pueblos, sustituyendo el uso del automóvil para desplazamientos cortos por el desplazamiento a pie o en bicicleta. Y en vez de seguir alimentando el crecimiento desmesurado del transporte motorizado, – con ayudas millonarias a la industria automovilística y creando nuevas carreteras -, proponemos apostar por una ordenación territorial que disminuya la necesidad de desplazarse, así como por un transporte público colectivo y el fomento del transporte ferroviario, tanto de personas como de mercancías.

La cuenta atrás ya ha comenzado. El cambio climático no es solo un problema de ámbito ambiental, sino también económico y social de primer orden. Así, de acuerdo con el ‘Informe Stern’ (alto cargo del Ministerio de Finanzas Británico y solvente economista): “El cambio climático representa un desafío único para la economía: es el más grande y más amplio mercado jamás visto”.

Los ciudadanos y ciudadanas exigimos a las administraciones que aprovechen este momento de crisis para apostar por un modelo justo y sostenible. Por eso las personas que hoy nos encontramos aquí reunidas, preocupados por las consecuencias del cambio climático, pedimos a las máximas instancias políticas y económicas, que ejerzan las acciones prioritarias y urgentes necesarias para evitar que a la crisis financiera que padecemos se sumen, no tardando mucho, los impactos del calentamiento global y con ello las graves consecuencias ecológicas, sociales y económicas, que esta situación traerá si no se toman medidas eficaces para remediarlo.

¡El cambio es posible! Sólo necesitamos ponernos manos a la obra.

Nota: de todo lo que se reclamó en el manifiesto nadie hizo ningún caso, ni partido o institución. Tampoco estoy seguro de que la memorable protesta internacional sirviese para algo, pues Copenhague acabaría sin grandes compromisos por parte de los países participantes.

Comentario por Javi el 29/10/2009.

Enhorabuena por la web. Sin embargo, echo de menos noticias acerca de uno de los mayores problemas que acechan a un ecologista berciano: la proliferación descontrolada de parques eólicos en zonas sensibles del Bierzo, como la Sierra de Gistredo.

Comentario por Un ecologista en El Bierzo el 30/10/2009.

Los parques eólicos en montaña son un tema muy delicado, porque son muchas las Juntas vecinales que ven en ellos la posibilidad de obtener unos ingresos necesarios para la comunidad. A ellos es muy difícil convencerles que no cedan sus montes comunales en alquiler para la instalación de las torres, por mucho que nos moleste a los montañeros. Por otro lado, también es cierto que resultan menos contaminantes y peligrosos que otros medios de obtención de energía eléctrica. Sin embargo, en el Bierzo se está produciendo una situación de abuso, con proyectos desmesurados, que llegan respaldados por la Junta de Castilla y León.

Son muchos los temas en la bandeja de espera los que tiene “Un ecologista en El Bierzo” y uno de ellos es, precisamente, el de la energía eólica. Por desgracia, no me alcanzan las horas para realizar un trabajo de investigación más profundo y no encuentro a gente experta en el tema que quiera publicar sin cobrar. Con todo, confío en que muy pronto salga algún artículo relacionado con este asunto tan polémico.