Anteayer acudí a la invitación que me envió el amigo y escritor berciano Manuel Cuenya a través de un wathsapp. Hace años que le conozco, ya que coincidimos en la bancada de la Escuela Oficial de Idiomas, ambos preocupados por entonces en acrecentar nuestro conocimiento de la lengua shakesperiana. Yendo al grano, se trataba de acudir a la presentación de un libro en el Museo ponferradino de la Radio, donde la última vez que estuve allí fue precisamente con ocasión de la presentación de una obra de viajes que él escribió, y en la que aprecié algunos relatos nuevos y otros que ya conocía.
Dicho esto, y para no alargarme demasiado, añadiré que hasta dieciocho escritores in pectore, con mayor o menor experiencia en las lides de la narrativa, o con más o menos galardones en concursos literarios, han publicado interesantes relatos en el libro de la editorial Piediciones, “Antología de relatos alumnado de escritura creativa Universidad de León”, el cual llega avalado por el prestigio de la última.
La pequeña pero atractiva sala del Museo de la Radio en Ponferrada rebosaba de gente hasta tal punto que tuvieron que añadir más asientos para que los rezagados pudiésemos escuchar la presentación de la antología, que corrió a cargo de la directora de la antología, Puri Sánchez. A esta presentación Cuenya aportó su granito de arena recordándonos que la creatividad no está reñida con la inspiración, y que tal como dijera Picasso, “sea lo que sea la inspiración, cuando llegue es mejor que nos encuentre trabajando”.
No es mi intención convertirme ahora en crítico literario del libro, para lo cual además tendría que haberme leído antes todos los relatos, algo que confieso no haber hecho todavía, salvo en el caso de los dos primeros, pues tal y como le dije a una de las participantes, cuyos ojos brillaban ilusionados, es mi intención leerme un capítulo cada noche, a ser posible antes de dormir, para recuperar mis viejas costumbres, últimamente algo relajadas.
Confieso mi longeva atracción por la literatura, que me ha llevado a leer a muchos autores de tantas nacionalidades, y a quienes agradezco el agradable disfrute de sus obras en dulces. Medio siglo después todavía conservo una, para mí de incalculable valor, “Miscelánea Juvenil de Selecciones”, de Reader’s Digest, aparecida en mi vida en un día de Reyes inolvidable. Yo mismo tengo por ahí almacenados, en el baúl de los recuerdos, un par de sesudos ensayos y hasta una novela, más ligera, que estoy convencido de que nunca publicaré, tanto por la consideración de mi inexperiencia en esas lides como por pereza en acabarla.
Pero dicho eso, no he querido tampoco desaprovechar la ocasión para respaldar a estas promesas de nuestra literatura, cuya lista de nombres, aunque sea un poquito larga, voy a completar a continuación. Quien sabe, ¿tal vez algún día alguna de ellas (utilizo el femenino porque hay más mujeres en esa lista que hombres) se convierta en la preferida de los lectores? Estas son: Laly del Blanco Tejerina, Fernando Fernández Sánchez, Noemí Brañas, Ana María Alfonso Guerrero, Carla López, Francisco Pacios Fernández, Elba Casado, Gelines del Blanco Tejerina, Marina Gay Illa, Pablo Álvarez León, Terelu Rodríguez González, Yolanda Casado, Noemí González Campillo, Miguel Ángel Cercas Rueda, Emma S. Varela, José Luis Rodríguez Souto, Amador Fonfría Santín, y Cosilii Pérez Flórez.
Un ecologista en El Bierzo.
El espacio de los escritores en ciernes. 13/06/17. Lanuevacronica.com.
Antología de relatos. Alumnado de escritura creativa, Univ. de León. 2017. Piediciones.es.