Cañón del Río Boeza. Ponferrada, 1 julio 2017. Foto: Enrique López Manzano.
Estamos ante una ruta con vistas espectaculares, la cual además ofrece muchas posibilidades. Digo esto en el sentido de que se puede adaptar a distintos niveles de resistencia, tanto de los ciclistas, -que fueron los que propiciaron la recuperación de esta senda y a los que se la debemos – , como de los andarines. Mis felicitaciones también a los municipios de Ponferrada y San Miguel de las Dueñas, por su colaboración.
Para empezar, y aunque resulte un poco antipático decirlo, diría que no es una senda que yo recomendaría a todo el mundo. No tanto por su posible complicación -si deseamos completar el recorrido con sus diferentes variantes-, sino por el hecho de que discurre con frecuencia al borde de desniveles que suponen un riesgo y, desde luego, no recomendados los que padecen de vértigo. Por otra parte, una buena parte de la misma se desarrolla sobre un suelo de arenisca bastante resbaladiza, cuyo origen hay que buscar en la descomposición de la roca granítica dominante en esta zona, una característica que se nota de manera especial en el primer trecho del camino que va desde su inicio (con la Urbanización Patricia situada frente a nosotros y al otro lado del Río Boeza) hasta el punto más alto de nuestro recorrido, un formidable mirador desde el que se divisa el único castro en la zona y otros elementos orográficos reseñables, tales como el Redondal (1.621 metros, con su gran antena prácticamente visible desde cualquier parte de El Bierzo y sus numerosas eólicas), o Peña Escrita (1.101 metros). Ambas cimas están catalogadas como puntos geodésicos oficiales.
La Carretera de Molinaseca saliendo de Ponferrada, donde podemos intentar aparcar nuestro vehículo.
Con todo, si se toman las debidas precauciones, entre ellas la de iniciar la ruta temprano y disponer de buenas botas, -o de frenos en el caso de las bicicletas de montaña-, no tendría por qué producirse ninguna desgracia. Quizás, a lo sumo, algún culazo al intentar acceder al Mirador de Pelayo, o algún resbalón con la bicicleta en algún trozo de la senda más inclinado. Inclinación que, empero, en su punto más crítico puede evitarse pasando por una senda alternativa más cómoda. Por cierto, poco visible e insuficientemente señalizada.
El Camino del Gato, a nuestra izquierda en la foto. Ponferrada.
Dentro de las múltiples posibilidades a las que me referí al principio sitúo la de la orientación de la ruta, ya que ésta permite que se pueda hacer en ambas direcciones. Del mismo modo que también podemos elegir realizarla completa (ida y vuelta), o únicamente en un sentido. Por ejemplo, dejando aparcado un vehículo en el punto de su finalización (o que vengan a buscarnos), ya sea en Ponferrada o en San Miguel de las Dueñas. También, si se prefiere, se puede elegir hacer solamente una parte del recorrido. En tal caso, la parte elegida será la que comunica Ponferrada con el mirador situado frente al castro, que es la que se ceñe más al curso del Río Boeza, y a su cañón o garganta. La ventaja de esta elección es que en cualquier momento podemos elegir volver. Algo interesante cuando nos acompañan niños, a los que recomiendo tener siempre a la vista. Con esta precaución nada malo debería suceder.
El inicio de la Senda de los Canteros en el Camino del Gato. Ponferrada.
Otras posibilidades abiertas serían las de regresar desde San Miguel a Ponferrada con el tren, o en autobús, o al revés, pero como creo que los horarios no son muy amplios. En este convencimiento, confieso no haber ni observado tal posibilidad.
Si hacemos la ruta desde Ponferrada, cuando lleguemos a lo más alto de la misma y avancemos algunos metros más veremos que hay un poste al que han arrancado el letrero. Algunos metros más lejos aparecerán otros con varias indicaciones. Una de ellas es la que nos propone la posibilidad de visitar el castro (derecha), otra la de seguir de frente hacia San Miguel, y una tercera la de bajar hasta el pueblo por la Fuente Cimera. Esta última elección es la menos complicada, aunque en mi última salida yo elegí coger la senda directa con el pueblo. Esta especie de atajo nos llevará a una pista que pasa cerca de una especie de cortijo, y de ahí a la ruta habitual. La confluencia se sitúa al lado mismo del túnel que permite pasar por debajo de la vía del tren.
La Fuente Cimera. San Miguel de las Dueñas. 1 julio 2017.
De la Fuente Cimera puedo decir que ofrecer agua fresca durante todo el año, aunque sin garantías sanitarias. Yo la he bebido y nada me ha pasado. He de decir que en cierto momento de nuestro recorrido por las alturas baja un regato con agua, la cual discurre por debajo del último puente de madera (hay tres). Pero este agua, cuando baja poca cantidad, lo hace con cierta coloración férrica; el acceso a su curso es complicado, y me parece que casi es mejor olvidarse de ella.
Las «fragas» del Boeza y la Urbanización Patricia, al inicio de la excursión. Ponferrada, 1 julio 2017.
Una vez llegados a Sant Miguel de las Dueñas, por la pista que pasa muy cerca del Río Boeza, tanto que éste suele invadirla en época de grandes crecidas, se nos presenta la posibilidad de regresar a Ponferrada por otra ruta distinta. Ésta atraviesa el pueblo, y tras cruzar la vía del tren La Coruña – Palencia por un puente bastante alto, continúa por una pista paralela a la autopista A-6, situándose bajo su nivel y devolviéndonos a la Fuente Cimera. Si tenéis un mapa topográfico de la zona, o ganas de investigar un poco, acabaréis encontrándola. Esta pista acaba en un cruce que está situado por debajo de la Fuente Cimera y no muy lejos de ella. Llegados hasta allí, ya sea por el camino marcado o por esta variante, ya sólo nos quedará subir hasta el mirador situado frente al castro. En éste nos reencontraremos con el gran letrero que señaliza la senda del retorno a Ponferrada.
Nuestra senda avanza paralela a la vía del tren. Ponferrada, 1 julio 2017.
Rizando el rizo, añado que los ciclistas pueden llegar hasta esta señal viniendo en bici desde Ponferrada por la N-VI. Para llegar hasta allí tendrán que pasar por delante del Bar Azul, para después comenzar a bajar la carretera y terminar entrando por la derecha en una zona industrial desde la que es posible cruzar por encima de la Autopista A-6. Una vez cruzado el puente les será relativamente fácil llegar hasta el inicio de la senda en dirección a Ponferrada. O a San Miguel.
El letrero que marca formalmente el inicio de la senda. Ponferrada, 1 julio 2017.
La Senda de los Canteros es tan frecuentada por ciclistas como por caminantes. Sin hacer distinciones, a todos ellos les recomiendo mucha atención a los precipicios. Ya puestos, también pediría a los ayuntamientos concernidos que retiren los postes metálicos situados al borde de esta ruta, constituidos por trozos de vía férrea. Entiendo que su dureza y bordes afilados podrían provocar graves heridas a algún ciclista en caso de chocar con ellos. Sería conveniente sustituirlos por otros en madera.
No quisiera que de esta lectura se sacaran conclusiones erróneas, y que lograra desanimar a alguien a la hora de decidirse a realizar esta ruta. Y lo digo así porque considero que es una de las más interesantes de las que tenemos por aquí. Por su geología resulta altamente original en nuestra comarca, recordándonos por momentos parajes de Galicia o de la Sierra del Guadarrama.
Vista desde el Mirador de Pelayo. Ponferrada, 1 julio 2017
El origen de la senda -no lo he dicho aún- proviene de los canteros que explotaban la roca granítica del lugar para su aprovechamiento en la construcción. Según he leído, de estas canteras salieron las piedras que se utilizaron para construir el Palacio Episcopal de Astorga, proyectado por Antoni Gaudí, y posiblemente el Monasterio de San Miguel. También la Casa Consistorial de Ponferrada y otras edificaciones del casco antiguo de esta ciudad. En el camino todavía se pueden observar catas y hasta una construcción, un tanto oculta y ya sin techo, que relaciono con ellos. Pero también encontraréis algunas ruinas, pocas, de viviendas que revelan una ocupación anterior del cañón, probablemente relacionadas con la actividad agraria o ganadera en tiempos remotos. Algunas de las canteras de donde se sacó la piedra son fácilmente reconocibles, pero otras no.
Vista del Pantano del Montearenas desde la Senda de los Canteros. Ponferrada, 1 julio 2017
Uno de los panoramas más bonitos de este recorrido es el que nos ofrece el Embalse del Montearenas, construido en la confluencia de los ríos Boeza y Meruelo. Este último, sabemos que proviene de Molinaseca y, más allá, de los Montes Aquilianos. El otro paisaje relevante cabe situarlocasi al final del recorrido por el cañón. Ahí hay grandes rocas graníticas que impresionan por su enorme tamaño. Como también nos impresiona la pared sobre la que se asienta la Urbanización Patricia, al inicio de nuestra senda.
El Embalse del Montearenas, construido en el año 1966 para producción hidroeléctrica, es propiedad de Endesa y tiene capacidad para 2.0 hm3. Es una presa pequeña, ya que tan sólo ocupa 19 hectáreas. Anoto que fue dragado hará medio año para aumentar su capacidad, operación que coincidió con algunos de mis paseos por la zona del río Meruelo, por lo que me fue posible fotografiarlo vacío.
Hay una pista asfaltada que baja desde el Montearenas hasta el embalse y que corta nuestra senda. Una vez atravesada esta, del otro lado, una señal señalando San Miguel de las Dueñas nos remitirá a nuestro camino.
Un alcornoque de retorcidas formas. Ponferrada, 1 julio 2017.
Sobre la fauna diré que, en mi reciente excursión, sólo alcancé a ver algunas lagartijas, algunas pequeñas moscas y otros insectos menores. Pero en lo que respecta a la flora ésta se presenta muy variada. Hay un poco de todo: robles, encinas, pinos y alcornoques… Pero también podemos encontrar jara, lavanda, zarzas, escobas (sobre todo en la parte más alta, hacia el final), y una gran variedad de cardos. También reconocí dos especies alóctonas (Ailanthus altissima, de la que hay un bonito bosquecito al inicio de la ruta) y Phytolacca americana), que por desgracia ya son comunes en todo El Bierzo. También, en época otoñal, he podido recoger algunas setas comestibles.
¿Cómo encontrar el inicio de la senda?
Señal que marca el final, o el inicio según se mire, de la Senda de los Canteros. San Miguel de las Dueñas, 1 julio 2017.
Antiguamente esta senda solía cogerse desde el espacio que hay al finalizar el puente sobre el Río Boeza, viniendo de Molinaseca, pasada la Urbanización Patricia. Luego, bastaba con cruzar la vía del tren La Coruña-Palencia y ya estábamos en el inicio de la senda. Hoy, esa posibilidad continúa abierta, con sus riesgos (hay espacio para un par de coches, o un poco más lejos donde las empresas industriales), aunque personalmente recomiendo abordarla desde Ponferrada.
Si nos situamos en el Camino de Santiago, una docena de metros antes de pasar por debajo del túnel del tren (yendo hacia Molinaseca), veremos que podemos girar a la izquierda por la Calle del Gato. Allí hay varias viviendas bajas construidas, y cuando éstas se terminan arranca, por la derecha, una senda estrecha que es el inicio de nuestro camino (no tiene señalización alguna). Sólo hay que seguirla hasta que ésta acabe por situarse paralela a la vía. Unos trescientos metros después nos encontraremos con un cartel bien grandote que señala la ruta. A partir de ahí, sólo nos quedará seguirla, avanzando por las alturas siempre paralelos al río, sin dejarse tentar por ningún otro sendero que pueda presentarse. Hay tres pequeños puentes en madera construidos en la senda para salvar los regueros que bajan de la montaña. Su presencia te confirmará que estás en la buena ruta.
Poste señalizando el Castro, San Miguel de las Dueñas o Ponferrada. 1 julio 2017.
Al principio del recorrido es posible que te alcance el tañido de las campanas de la iglesia de Campo. Más tarde, no te asustes cuando oigas, de cuando en cuando, un gran estruendo. Lo provoca alguno de los trenes de la única línea férrea que comunica el centro del país con el noroeste. Desde la altura podrás ver las vías del tren, quizás alguno de ellos, y los túneles que atraviesa. Estamos en una zona agreste y de complicado trazado para las vías férreas.
Al volver de la excursión, si quieres ofrecerte otra pequeña variante sin alargar apenas el recorrido, puedes elegir hacerlo por la de los Arrieros, ya casi a la entrada de la ciudad. Su inicio está bien señalizado, para luego perderse un poco. No obstante el sentido común sin duda te marcará el camino correcto. Pasarás cerca de unas viviendas pareadas por una pista asfaltada en la que abundan los bancos metálicos para el relajo de los vecinos.
Si te los encuentras con algún perro suelto, como me ha sucedido a mí, asegúrate que sea pacífico antes de pasar. En mi caso lo era, pero nunca se sabe, y ante la duda lo mejor es llevar en la mano un buen bastón.
Otro poste situado en la bifurcación de la Fuente Cimera y de la bajada directa al pueblo.
La distancia total del itinerario, ida y vuelta y por el camino más corto, es de aproximadamente dieciocho kilómetros. El desnivel no es excesivo, de 116 metros según algunos y hasta de 275 para otros. Personalmente, yo que no tengo material técnico para realizar estas mediciones, me inclino más por la última medida. La altura media de la ruta se sitúa en el entorno de los 600 metros. Habremos de calcular unas siete u ocho horas de caminata, en ir y venir, por la senda ordinaria.
Las mejores estaciones para realizar este itinerario son en invierno, primavera y otoño. En verano a veces el calor resulta agobiante, pero se ve suavizado por los corredores de sombra en el recorrido. Atentos pues, a las predicciones atmosféricas, ya que no hay lugares para resguardarse en caso de tormenta.
Por otro lado, creo oportuno recordar que esta senda, según he leído, atraviesa un coto de caza. Yo no he visto las señales, pero sí he prestado atención a un comentario de alguien diciendo que se había encontrado con un cazador armado. Por este motivo, y por precaución, es recomendable comprobar las fechas de temporada de caza.
Torretas pertenecientes al antiguo funicular minero. San Miguel de las Dueñas.
A una corta distancia del monasterio, llegando a San Miguel, nos fijaremos en un par de torretas oxidadas situadas en las inmediaciones del río. Es lo que queda de un funicular aéreo que sirvió para trasladar el mineral proveniente de Calamocos, Onamio y Paradasolana hasta la estación del tren.
En lo relativo al austero Monasterio de San Miguel, ocupado por monjas de clausura cistercienses, deciros que vale la pena acercarse hasta él. Si os fijáis bien veréis que una parte del mismo se halla deshabitada, con sus ventanas decaídas y cristales rotos, más algún que otro detalle que precisaría arreglo. Probablemente necesitaría alguna inversión económica para permitirle recobrar todo su esplendor.
El Monasterio de San Miguel de las Dueñas, 1 julio 2017.
Vale la pena detenerse a mirar su puerta principal (han abierto otra en el muro, que es la que hoy se utiliza para entrar al recinto), así como su fachada. A mí me ha parecido reconocer en el una estatua del arcángel San Miguel enfrentándose al maligno. También hay un interesante blasón, colmado de castillos, y una placa dedicada a los Caídos por Dios y La Patria. Cruel testimonio de la postrera alianza entre la iglesia y el franquismo. Por lo que parece los otros muertos, los de las cunetas, esos no merecen placa alguna.
Y nada más, si acaso disculpad el último comentario, ya que hay dolores que no se olvidan jamás. Por lo demás, deseo que estas indicaciones, aunque incompletas, os resulten de utilidad. ¡Bienvenidos a El Bierzo!
Un ecologista en El Bierzo.
Por la Senda de los Canteros. (De Ponferrada a San Miguel de las Dueñas). 01/11/12. Rutinas varias.com.
Senda de los Canteros. Ponferrada – San Miguel de las Dueñas. 20/11/12. Aventurasdeundominguero.blogspot.com.es.
Monasterio de San Miguel de las Dueñas. Wikipedia.org.
XV Ruta de senderismo – SENDA DE LOS CANTEROS. 20/04/13. Youtube.com. Carlos Corzón Campazos.