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Un joven holandés descubre un sistema eficaz para limpiar los océanos de basura plástica

Instalación concebida por 'The Ocean Cleanup' para la limpieza de los océanos. 2014. Fuente: Inhabitat.com.

Instalación concebida por ‘The Ocean Cleanup’ para la limpieza de los océanos. 2014. Fuente: Inhabitat.com.

«La historia humana es básicamente una lista de cosas que no se podían hacer, y luego se hicieron», dice Dutchman Boyan Slat, un joven holandés que con solo diecinueve años de edad combina el ecologismo con la tecnología para hacer frente a un grave problema de sostenibilidad medioambiental como es la presencia de millones de kilos de materiales plásticos flotando en los océanos de todo el mundo (UNEP 2005).

He de aclarar que he encontrado escasa información sobre el proyecto de Boyan salvo la de su propia página web. En ésta, en una pestaña dedicada a la prensa, hay un artículo propio que habla del proyecto, aunque no aparecen recortes de prensa de otros medios. Cierto que hay un video en You Tube sobre el proyecto, pero me hubiese gustado encontrar algo más en la prensa internacional.

El joven inventor Dutchman Boyan SlatBoyan. Theoceancleanup.com.

El joven inventor Dutchman Boyan Slat. Theoceancleanup.com.

Así pues me remito a lo publicado en ‘The Ocean Cleanup’, esperando que alguno de mis lectores pueda ampliar la información sobre lo que yo recojo aquí. Esa página web cuenta con 300 seguidores en Google+.

Dice Boyan que en una ocasión, mientras con dieciséis años buceaba en Grecia, se sintió frustrado al ver que flotaban en el mar “más bolsas de plástico que peces”. Fue entonces cuando se preguntó: «¿por qué no podemos limpiar esto.»

Aunque todavía frecuentaba la escuela secundaria Boyan decidió dedicar tiempo a investigar el problema de la contaminación marina por el plástico. Un material poco degradable que llega a los océanos desde las embarcaciones de todo tipo que lo surcan y también a través de los ríos. De esa reflexión surgió en última instancia al concepto de limpieza pasiva que el inquieto inventor presentó en una conferencia TEDx en 2012.

En ese momento Boyan pospuso sus estudios de primer año de Ingeniería Aeroespacial para dedicarse por completo al desarrollo de la idea concebida y así poder demostrar que era técnicamente factible y económicamente viable. En concreto, pensó que en lugar de gastar energía yendo a buscar los plásticos sería más práctico esperar a que éstos se acercasen hasta nosotros. La construcción de una serie de barreras flotantes serviría para atrapar y concentrar el plástico flotante y su posterior reciclado. Este tipo de construcción permite que la corriente oceánica pase por debajo y así evita la captura accidental de animales marinos.

En 2012, y siempre según el citado blog, el proyecto de limpieza oceánica ‘The Clean Oceanup’ fue premiado como Mejor Diseño Técnico por la Universidad Tecnológica de Delft. Además, Boyan habría sido reconocido como uno de los veinte Jóvenes Empresarios Worldwide (Intel EYE50).

El pasado 3 de junio de 2014, en Nueva York, Boyan presentó un informe de viabilidad de 530 páginas, escrito por 70 personas, proponiendo un método factible para retirar del mar, en sólo 10 años, casi la mitad de la basura plástica que hay en el océano Pacífico.

El informe sería el resultado ”de más de un año de investigación científica extensa en ingeniería, oceanografía, ecología, derecho marítimo, las finanzas y el reciclaje”. El estudio de viabilidad del proyecto habría contado, -siempre según las fuentes del inventor- con financiamiento público y otras contribuciones económicas. La página web insiste en que esta investigación fue realizada por un equipo internacional “de más de cien expertos, en su mayor parte de manera voluntaria”.

Financiación del proyecto por microfinanciación.

Los cinco principales giros que acumulan la basura plástica oceánica. Theoceancleanup.com.

Los cinco principales giros que acumulan la basura plástica oceánica. Theoceancleanup.com.

Por otra parte Boyan, tras concluir el año pasado con éxito una prueba en las Islas Azores, habría lanzado una campaña para recaudar fondos para su proyecto. Para ello ha establecido un programa de microfinanciación (crowdfunding) que pretende recaudar dos millones de dólares en cien días (a partir del 3 de junio) y que requiere la participación de unas 322.062 personas aportando al menos 6,21 dólares americanos cada una. Esta recaudación permitiría “optimizar nuestra investigación distribución vertical y para desarrollar y construir nuestro equipo”, asegura el inventor. En el momento de subir este artículo a la red ya contaba con 36% de la financiación programada cubierta mediante este sistema.

Según Boyan el proyecto precisaría todavía de diversas colaboraciones voluntarias en diversas disciplinas, tales como el diseño gráfico, medios de comunicación social y finanzas, con residencia de los voluntarios, a ser posible, en los Países Bajos.

Basura plástica en los océanos.

Cadena trófica de contaminación plástica al hombre. Theoceancleanup.com.

Cadena trófica de contaminación plástica al hombre. Theoceancleanup.com.

Personalmente no tomé conciencia del problema que representa la presencia del plástico en los mares, o al menos de su magnitud, hasta que visité el Museo del Calamar Gigante en Luarca (Asturias), hace cuatro años. Allí me informé de cómo millones de toneladas de plástico contaminaban nuestros océanos, concentradas en cinco corrientes rotativas llamadas giros, que matan a más de un millón de aves marinas y hasta cien mil mamíferos marinos (Laist, 1997). Además, se sospecha que esta grave contaminación podría tener un impacto en la salud humana y que sería la causa directa de daños económicos que se cuantifican en miles de millones de dólares.

De este modo, y según una referencia aportada por Boyan, en estos giros habría hasta seis veces más de plástico que zooplacton (pesado en seco). (Moore et al., 2001).

En lo que me concierne, iinicialmente creí que el plástico, agrupado por las corrientes giratorias, formaba una especie de gigantescas “islas” plagadas de residuos. Una creencia que la web de Boyan desmiente en su apartado sobre preguntas más comunes, al señalar que los plásticos, en realidad, se dispersan a través de millones de kilómetros cuadrados. Por otra parte, según esta misma información, las mayores concentraciones de plásticos se producirían en, o cerca de, la superficie. Según las pruebas llevadas a cabo por ‘The Ocean Cleanup’, en el Atlántico Norte, aproximadamente el 80% del plástico presente en los cinco primeros metros de la columna de agua se situaría entre los 2 y 3 metros de profundidad.

Estación Ocean Cleanup. 2014. Theoceancleanup.

Estación Ocean Cleanup. 2014. Theoceancleanup.

El invento propuesto por Boyan utilizaría las corrientes y los vientos oceánicos naturales para transportar pasivamente los plásticos hacia una plataforma de recogida.

Boyan insiste en que para acabar, o al menos frenar, este problema lo primero que deberíamos hacer es “cerrar el grifo”. Es decir, evitar que vayan a parar a los océanos más plásticos. Pero deja claro que ésta no es una solución que hará desaparecer a los que ya flotan en los océanos. Una limpieza que -subraya- se ha considerado generalmente imposible debido a su elevadísimo coste.

«El efecto ecológico de la contaminación del plástico –continúa- se ha de considerar a largo plazo». En los últimos años, la atención se estaría centrando en el estudio de partículas muy pequeñas de plástico (nano-plásticos resultantes de la degradación de los desechos de plástico más grande), pero Boyan aclara que aún se sabe poco sobre los efectos a largo plazo.

Estación Ocean Cleanup. Theoceancleanup.com.

Estación Ocean Cleanup. Theoceancleanup.com.

Dado que los puntos donde tienden a acumularse los plásticos se encuentran fuera de los territorios nacionales Boyan medita que ningún país puede ser considerado responsable de esta contaminación, y que por lo tanto tampoco lo es de buscar una solución al problema. De ahí que encuentre lógico pensar que puedan ser organismos intergubernamentales o iniciativas privadas las que tengan que asumir tal responsabilidad. Boyan considera que en diez años podrían recogerse hasta setenta millones de kilos de plástico sólo en el océano Pacífico Norte.

Actualmente el proyecto de investigación planteado por Boyan se encontraría en su fase piloto, con una duración prevista de tres o cuatro años. En esta fase de pruebas tiene planeado recoger nuevos datos sobre temas estructurales y físicos relacionados con la instalación de captura. Una estructura que habría sido diseñada para soportar olas de una altura de hasta 5,5 metros, lo que permitiría que el sistema funcione prácticamente todo el tiempo.

Paneles solares en la Estación Ocean Cleanup. 2014. Theoceancleanup.com.

Paneles solares en la Estación Ocean Cleanup. 2014. Theoceancleanup.com.

El plástico que se almacenaría en estas zonas de acumulación de residuos tendría que ser vaciado aproximadamente cada mes y medio, según el tamaño de la instalación. Después, según los inventores, este plástico podría ser convertido en aceite o tratado mecánicamente para transformarlo en nuevos productos.

Un ecologista en El Bierzo.

19-Year-old invents feasible solution to cleanup ocean garbage patches (en inglés). Theoceancleanup.com.

Fotografías relacionadas con la investigación. Theoceancleanup.com.

Inauguración del Centro de Interpretación del Calamar Gigante en Luarca. 25/08/10. Ecobierzo.org.

El Mediterráneo en la Sierra de la Encina de la Lastra

El Aula de Naturaleza y Senderismo del Instituto de Estudios Bercianos (IEB), con el que mantengo relación desde hace varias décadas, organizó el pasado sábado 23 de noviembre otro de sus ‘Senderos geonaturales’, una actividad excursionista diseñada por  Francisco Arias Ferrero y Ramiro-Zoilo López para el Instituto dedicada a la divulgación de la geología. Desde el año 2007 esta sección del IEB lleva programando este tipo de salidas, las cuales gozan de una gran aceptación, como he podido comprobar en diversas ocasiones.

Fue precisamente con este mismo recorrido, el  de la ‘Ruta monte da Fraga’, con el que este grupo inició su actividad divulgativa del entorno geológico berciano, aunque para la ocasión abandonara ligeramente la comarca para centrar su actividad en la provincia orensana, en concreto en el Parque Natural de la Sierra da Encina da Lastra, un espacio declarado protegido desde el año 2002 por sus altos valores medioambientales.

Participamos en la salida casi cuarenta caminantes, quienes recorrimos en aproximadamente tres horas los seis kilómetros de lo que resultó ser casi un paseo, con un desnivel bruto de sólo 310 metros. Un circuito de dificultad media-baja, es decir al alcance de casi todo el mundo.

El punto de salida de la excursión se situó en el pueblecito de Pardollán, que se encuentra situado a unos 520 metros de altitud en la comarca orensana de Valdeorras, lindando con la berciana, y culminó en el Alto de O Carvallal, el punto más elevado del recorrido con 830 metros de altura. Los interesados pueden utilizar el plano de Carucedo Nº 191-I, del IGN, realizado a escala 1/25.000.

A Pardollán se accede desde Ponferrada por la carretera N-120 en dirección a O Barco. Nada más atravesar el túnel de Covas, a aproximadamente un kilómetro, es necesario coger un desvío a la derecha que indica la localidad de Biobra, pero que nos lleva, una vez cruzada la N-120 a través de un puente superior que la atraviesa, a Pardollán, situado a unos cuatro kilómetros, pasando previamente por la encantadora población de Vilar de Silva. La ruta elegida recorre periféricamente el macizo montañoso conocido como el Monte da Fraga.

Desde Pardollán hay que  coger el ‘Sendero del cura’, que se inicia a escasa distancia del pueblo, por la izquierda, caminando por la carretera en dirección a Vilar da Silva. Se trata de un antiguo canal de riego que se habilitó para facilitar el acceso del párroco a la ermita románica de Santo Estevo (San Esteban), ubicada al lado del arroyo de Pardollán  y actualmente en abandono. De hecho, a escasos metros de la ermita puede descubrirse el arroyo, que brota de una pequeña cavidad cárstica rodeada de maleza bajo la forma de un manantial. Muy cerca, y por encima de la ermita, encontraremos la derruida infraestructura de un antiguo molino del que se conserva el ‘banzao’, un curioso depósito de almacenamiento de agua, de forma circular, que se llenaba del preciado líquido para alimentar luego al molino, durante aproximadamente una hora de servicio según los cálculos de nuestros guías.

Desde esta altura puede disfrutarse de unas excelentes vistas sobre la población de Salas de la Ribera, situada cerca de la ribera del río Sil, y por encima de ella -destacando por el fulgor de sus tejados iluminados por el sol-, San Pedro de Trones. Más a la derecha se alcanza a ver algunas casas del Puente de Domingo Flórez.

En el entorno de la ermita es posible degustar, al menos en esta época, los frutos maduros del madroño (Arbutus unedo), en un lugar donde también abundan las encinas (Quercus ilex) y los olivos o aceitunos (Olea europea), circunstancia esta última que provoca cierta sorpresa al tratarse el último de un árbol más propio del clima mediterráneo que del atlántico. Superado el ‘banzao’, un sendero zigzagueante que gana altura rápidamente nos acerca a los restos, hoy en abandono y medio recubiertos por la vegetación, de la fábrica de pintura que otrora aportara trabajo y beneficio a algunas familias de la zona.  Todavía queda algún resto oxidado de la maquinaria empleada por la empresa en la molienda del mineral, una actividad que cesó en la década de los setenta. En la zona inmediata puede encontrarse la fuente mineromedicinal de Aguayo, una surgencia de agua ferruginosa, de aspecto parduzco y gusto metálico, que los aldeanos del lugar recomiendan para el tratamiento de anemias y afecciones cutáneas.

Unos metros más arriba, en una zona más despejada del bosque que acabamos de atravesar, nos encontramos  con un barranco en donde abundan las cuevas o ‘palas’, que es como las llaman en esta zona de Galicia a las cavidades de origen natural propias de los terrenos calizos de esta zona. Bordean el colorido barranco unas paredes ocres, en algunos lugares con tonalidades más rojizas o amarillentas, que constituyen lo que fueron las minas de pintura del lugar. Es uno de los puntos de interés geológico de este recorrido, y está conformado por grandes depósitos de hidróxidos de hierro (hematites y limonitas) que, en el siglo pasado, sirvieron para la fabricación de pinturas que sirvieron para  dar lustre a exteriores e interiores de las casas. Nuestro guía nos señala la presencia, en lo alto del cerro que domina la zona abarrancada, de restos de escorias de hierro, lo que podría situar alguna arcaica explotación minera, aún por investigar en el mismo.

El camino continúa en sentido ascendente por la verde vallina deforestada de O Carvallal, dedicada en la actualidad al pasto para el ganado aunque en el pasado se utilizó para el cultivo de cereales. Unos metros antes de alcanzar este espacio despejado, sobre un roquedo situada a la izquierda de la senda, observamos algún ejemplar de Petrocoptis grandiflora, Petrocoptis grandiflora. Fuente unecologistaenelbierzo.wordpress.com.  Foto Enrique L. Manzano.una pequeña planta endémica del lugar que se desarrolla sobre la roca calcárea. Continuando la senda, que superada la pradería se convierte en pista, alcanzamos el alto de O Carvallín, desde donde se puede otear uno de los hermosos paisajes del Parque Natural de la Sierra da Encina da Lastra, y desde el cual se vislumbra Biobra.

Vista de Biobra desde el Alto do Carvallín. Fuente unecologistaenelbierzo.wordpress.com. Foto Enrique L. Manzano.A partir de este punto el camino inicia su fase de descenso, rodeando los farallones calizos de Valello, un acantilado con forma de corredor que también constituye un mirador excepcional del paisaje de la Sierra. Dejando a nuestra izquierda las praderías del piedemonte del Monte da Fraga, nos acercamos rápidamente hacia la localidad de Vilar de Silva, que se descuelga, como un graderío a la solana, hacia el embalse de Peñarrubia.

A medio camino entre Vilar de Silva y Pardollán y justo donde el camino corta los acantilados calizos del Monte da Fraga, aparece el mirador, bien señalizado, de La Cruz. Desde aquí es posible observar en la lejanía la presa de Campañana, y en su plenitud la imponente mole caliza de Peñarrubia dominando la presa del mismo nombre, la cual embalsa el agua del río Sil para que, conducida a través de un canal de casi cinco kilómetros de longitud, alimente la central hidráulica de Quereño.

Seguidamente, y en continuo descenso hacia el pueblo, podremos observar, a nuestra izquierda, antiguas plantaciones de olivos con los que los lugareños producían aceite para el consumo propio gracias a las favorables condiciones de unos terrenos con características propias de los paisajes mediterráneos. En este sentido, también podremos prestar atención a la abundante presencia del almez (Celtis australis), propio de hábitats mediterráneos más cálidos.

Un merecido trago de agua en la fuente carbonatada del Regueiro en Pardollán dará por concluida la excursión al regresar al punto de partida de la ruta.

Es interesante señalar que el Instituto de Estudios Bercianos dispone de una ‘hoja de ruta’ que describe algo más ampliamente que esta reseña los valores naturales más destacados observables durante este recorrido, tanto desde el punto de vista histórico y cultural, como botánico, faunístico, geológico y paleontológico, y que podéis consultar en el mismo IEB.

Un ecologista en El Bierzo.

Nota: La documentación de base para la elaboración de este artículo es obra de la Asociación de Amigos de los Montes Aquilianos para el IEB.

Ficha. Senderos Geonaturales. IEB. MONTE DA FRAGA.