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De Ponferrada a San Miguel de las Dueñas por la ‘Senda de los Canteros’

Cañón del Río Boeza. Ponferrada, 1 julio 2017. Foto: Enrique López Manzano.

Estamos ante una ruta con vistas espectaculares, la cual además ofrece muchas posibilidades. Digo esto en el sentido de que se puede adaptar a distintos niveles de resistencia, tanto de los ciclistas, -que fueron los que propiciaron la recuperación de esta senda y a los que se la debemos – , como de los andarines.  Mis felicitaciones también a los municipios de Ponferrada y San Miguel de las Dueñas, por su colaboración.

Para empezar, y aunque resulte un poco antipático decirlo, diría que no es una senda que yo recomendaría a todo el mundo. No tanto por su posible complicación -si deseamos completar el recorrido con sus diferentes variantes-, sino por el hecho de que discurre con frecuencia al borde de  desniveles que suponen un riesgo y, desde luego, no recomendados los que padecen de vértigo. Por otra parte, una buena parte de la misma se desarrolla sobre un suelo de arenisca bastante resbaladiza, cuyo origen hay que buscar en la descomposición de la roca granítica dominante en esta zona, una característica que se nota de manera especial en el primer trecho del camino que va desde su inicio (con la Urbanización Patricia situada frente a nosotros y al otro lado del Río Boeza) hasta el punto más alto de nuestro  recorrido, un formidable mirador desde el que se divisa el único castro en la zona y otros elementos orográficos reseñables, tales como el Redondal  (1.621 metros, con su gran antena prácticamente visible desde cualquier parte de El Bierzo y sus numerosas eólicas), o Peña Escrita (1.101 metros). Ambas cimas están catalogadas como puntos geodésicos oficiales.

La Carretera de Molinaseca saliendo de Ponferrada, donde podemos intentar aparcar nuestro vehículo.

Con todo, si se toman las debidas precauciones, entre ellas la de iniciar la ruta temprano y disponer de buenas botas, -o de frenos en el caso de las bicicletas de montaña-, no tendría por qué producirse ninguna desgracia. Quizás, a lo sumo, algún culazo al intentar acceder al Mirador de Pelayo, o algún resbalón con la bicicleta  en algún trozo de la senda más inclinado. Inclinación que, empero, en su punto más crítico puede evitarse pasando por una senda alternativa más cómoda. Por cierto, poco visible e insuficientemente señalizada.

El Camino del Gato, a nuestra izquierda en la foto. Ponferrada.

Dentro de las múltiples posibilidades a las que me referí al principio sitúo la de la orientación de la ruta, ya que ésta permite que se pueda hacer en ambas direcciones. Del mismo modo que también podemos elegir realizarla completa (ida y vuelta), o únicamente en un sentido. Por ejemplo, dejando aparcado un vehículo en el punto de su finalización (o que vengan a buscarnos), ya sea en Ponferrada o en San Miguel de las Dueñas. También, si se prefiere, se puede elegir hacer solamente una parte del recorrido. En tal caso, la parte  elegida será la que comunica Ponferrada con el mirador situado frente al castro, que es la que se ceñe más al curso del Río Boeza, y a su cañón o garganta. La ventaja de esta elección es que en cualquier momento podemos elegir volver. Algo interesante cuando nos acompañan niños, a los que recomiendo tener siempre a la vista. Con esta precaución nada malo debería suceder.

El inicio de la Senda de los Canteros en el Camino del Gato. Ponferrada.

Otras posibilidades abiertas serían las de regresar desde San Miguel a Ponferrada con el tren, o en autobús, o al revés, pero como creo que los horarios no son muy amplios. En este convencimiento,  confieso no haber ni observado tal posibilidad.

Si hacemos la ruta desde Ponferrada, cuando lleguemos a lo más alto de la misma y avancemos algunos metros más veremos que hay un poste al que han arrancado el letrero. Algunos metros más lejos aparecerán otros con varias indicaciones. Una de ellas es la que nos propone la posibilidad de visitar el castro (derecha), otra la de seguir de frente hacia San Miguel, y una tercera la de bajar hasta el pueblo por la Fuente Cimera. Esta última elección es la menos complicada, aunque en mi última salida yo elegí coger la senda directa con el pueblo. Esta especie de atajo nos llevará a una pista que pasa cerca de una especie de cortijo, y de ahí a la ruta habitual. La confluencia se sitúa al lado mismo del túnel que permite pasar por debajo de la vía del tren.

La Fuente Cimera. San Miguel de las Dueñas. 1 julio 2017.

De la Fuente Cimera puedo decir que ofrecer agua fresca durante todo el año, aunque sin garantías sanitarias. Yo la he bebido y nada me ha pasado. He de decir que en cierto momento de nuestro recorrido por las alturas baja un regato con agua, la cual discurre por debajo del último puente de madera (hay tres). Pero este agua, cuando baja poca cantidad, lo hace con cierta coloración férrica; el acceso a su curso es complicado, y me parece que casi es mejor olvidarse de ella.

Las «fragas» del Boeza y la Urbanización Patricia, al inicio de la excursión. Ponferrada, 1 julio 2017.

Una vez llegados a Sant Miguel de las Dueñas, por la pista que pasa  muy cerca del Río Boeza, tanto que éste suele invadirla en época de grandes crecidas, se nos presenta la posibilidad de regresar a Ponferrada por otra ruta distinta. Ésta atraviesa el pueblo, y tras cruzar la vía del tren La Coruña – Palencia por un puente bastante alto, continúa  por una pista paralela a la autopista A-6, situándose bajo su nivel y devolviéndonos a la Fuente Cimera. Si tenéis un mapa topográfico de la zona, o ganas de investigar un poco, acabaréis encontrándola. Esta pista acaba en un cruce que está situado por debajo de la Fuente Cimera y no muy lejos de ella. Llegados hasta allí, ya sea por el camino marcado o por esta variante, ya sólo nos quedará subir hasta el mirador situado frente al castro. En éste nos reencontraremos con el gran letrero que señaliza la senda del retorno a Ponferrada.

Nuestra senda avanza paralela a la vía del tren. Ponferrada, 1 julio 2017.

Rizando el rizo, añado que los ciclistas pueden llegar hasta esta señal viniendo en bici desde Ponferrada por la N-VI. Para llegar hasta allí tendrán que pasar por delante del Bar Azul, para después comenzar a bajar la carretera y terminar entrando por la derecha en una zona industrial desde la que es posible cruzar por encima de la Autopista A-6. Una vez cruzado el puente les será relativamente fácil llegar hasta el inicio de la senda en dirección a Ponferrada. O a San Miguel.

El letrero que marca formalmente el inicio de la senda. Ponferrada, 1 julio 2017.

La Senda de los Canteros es tan frecuentada por ciclistas como por caminantes. Sin hacer distinciones, a todos ellos les recomiendo mucha atención a los precipicios. Ya puestos, también pediría a los ayuntamientos concernidos que retiren los postes metálicos situados al borde de esta ruta, constituidos por trozos de vía férrea. Entiendo que su dureza y bordes afilados podrían provocar graves heridas a algún ciclista en caso de chocar con ellos. Sería conveniente sustituirlos por otros en madera.

No quisiera que de esta lectura se sacaran conclusiones erróneas, y que lograra desanimar a alguien a la hora de decidirse a realizar esta ruta. Y lo digo así porque considero que es una de las más interesantes de las que tenemos por aquí. Por su geología resulta altamente original en nuestra comarca, recordándonos por momentos parajes de Galicia o de la Sierra del Guadarrama.  

Vista desde el Mirador de Pelayo. Ponferrada, 1 julio 2017

El origen de la senda -no lo he dicho aún- proviene de los canteros que explotaban la roca granítica del lugar para su aprovechamiento en la construcción. Según  he leído, de estas canteras salieron las piedras que se utilizaron para construir el Palacio Episcopal de Astorga, proyectado por  Antoni Gaudí, y posiblemente el Monasterio de San Miguel. También la Casa Consistorial de Ponferrada y otras edificaciones del casco antiguo de esta ciudad. En el camino todavía se pueden observar catas y hasta una construcción, un tanto oculta y ya sin techo, que relaciono con ellos. Pero también encontraréis algunas ruinas, pocas, de viviendas que revelan una ocupación anterior del cañón, probablemente relacionadas con la actividad agraria o ganadera en tiempos remotos. Algunas de las canteras de donde se sacó la piedra son fácilmente reconocibles, pero otras no.

Vista del Pantano del Montearenas desde la Senda de los Canteros. Ponferrada, 1 julio 2017

Uno de los panoramas más bonitos de este recorrido es el que nos ofrece el Embalse del Montearenas, construido en la confluencia de los ríos Boeza y Meruelo. Este último, sabemos que  proviene de Molinaseca y, más allá, de los Montes Aquilianos. El otro paisaje relevante cabe situarlocasi al final del recorrido por el cañón. Ahí hay grandes rocas graníticas que impresionan por su enorme tamaño. Como también nos impresiona la pared sobre la que se asienta la Urbanización Patricia, al inicio de nuestra senda.

El Embalse del Montearenas, construido en el año 1966 para producción hidroeléctrica, es propiedad de Endesa y tiene capacidad para 2.0 hm3. Es una presa pequeña, ya que tan sólo ocupa 19 hectáreas. Anoto que fue dragado hará medio año para aumentar su capacidad, operación que coincidió con algunos de mis paseos por la zona del río Meruelo, por lo que me fue posible fotografiarlo vacío.

Hay una pista asfaltada que baja desde el Montearenas hasta el embalse y que corta nuestra senda. Una vez atravesada esta, del otro lado, una señal señalando San Miguel de las Dueñas nos remitirá a nuestro camino.

Un alcornoque de retorcidas formas. Ponferrada, 1 julio 2017.

Sobre la fauna diré que, en mi reciente excursión, sólo alcancé a ver algunas lagartijas, algunas pequeñas moscas y otros insectos menores. Pero en lo que respecta a la flora ésta se presenta muy variada. Hay un poco de todo: robles, encinas, pinos y alcornoques… Pero también podemos encontrar jara, lavanda, zarzas, escobas (sobre todo en la parte más alta, hacia el final), y una gran variedad de cardos. También reconocí dos especies alóctonas (Ailanthus altissima, de la que hay un bonito bosquecito al inicio de la ruta) y Phytolacca americana), que por desgracia ya son comunes en todo El Bierzo. También, en época otoñal, he podido recoger algunas setas comestibles.

¿Cómo encontrar el inicio de la senda?

Señal que marca el final, o el inicio según se mire, de la Senda de los Canteros. San Miguel de las Dueñas, 1 julio 2017.

Antiguamente esta senda solía cogerse desde el espacio que hay al finalizar el puente sobre el Río Boeza, viniendo de Molinaseca, pasada la Urbanización Patricia. Luego, bastaba con cruzar la vía del tren La Coruña-Palencia y ya estábamos en el inicio de la senda. Hoy, esa posibilidad continúa abierta, con sus riesgos (hay espacio para un par de coches, o un poco más lejos donde las empresas industriales), aunque personalmente recomiendo abordarla desde Ponferrada.

Si nos situamos en el Camino de Santiago, una docena de metros antes de pasar por debajo del túnel del tren (yendo hacia Molinaseca), veremos que podemos girar a la izquierda por la Calle del Gato. Allí hay varias viviendas bajas construidas, y cuando éstas se terminan arranca, por la derecha, una senda estrecha que es el inicio de nuestro camino (no tiene señalización alguna). Sólo hay que seguirla hasta que ésta acabe por situarse paralela a la vía. Unos trescientos metros después nos encontraremos con un cartel bien grandote que señala la ruta. A partir de ahí, sólo nos quedará seguirla, avanzando por las alturas siempre paralelos al río, sin dejarse tentar por ningún otro sendero que pueda presentarse. Hay tres pequeños puentes en madera construidos en la senda para salvar los regueros que bajan de la montaña. Su presencia te confirmará que estás en la buena ruta.

Poste señalizando el Castro, San Miguel de las Dueñas o Ponferrada. 1 julio 2017.

Al principio del recorrido es posible que te alcance el tañido de las campanas de la iglesia de Campo. Más tarde, no te asustes cuando oigas, de cuando en cuando, un gran estruendo. Lo provoca alguno de los trenes de la única línea férrea que comunica el centro del país con el noroeste. Desde la altura podrás ver las vías del tren, quizás alguno de ellos,  y los túneles que atraviesa. Estamos en una zona agreste y de complicado trazado para las vías férreas. 

Al volver de la excursión, si quieres ofrecerte otra pequeña variante sin alargar apenas el recorrido, puedes elegir hacerlo por la de los Arrieros, ya casi a la entrada de la ciudad. Su inicio está bien señalizado, para luego perderse un poco. No obstante el sentido común sin duda te marcará el camino correcto. Pasarás cerca de unas viviendas pareadas por una pista asfaltada en la que abundan los bancos metálicos para el relajo de los vecinos.

Si te los encuentras con algún perro suelto, como me ha sucedido a mí, asegúrate que sea pacífico antes de pasar. En mi caso lo era, pero nunca se sabe, y ante la duda lo mejor es llevar en la mano un buen bastón.

Otro poste situado en la bifurcación de la Fuente Cimera y de la bajada directa al pueblo.

La distancia total del itinerario, ida y vuelta y por el camino más corto, es de aproximadamente  dieciocho kilómetros. El desnivel no es excesivo, de 116 metros según algunos y hasta de 275 para otros. Personalmente, yo que no tengo material técnico para realizar estas mediciones, me inclino más por la última medida. La altura media de la ruta se sitúa en  el entorno de los 600 metros. Habremos de calcular unas siete u ocho horas de caminata, en ir y venir, por la senda ordinaria.

Las mejores estaciones para realizar este itinerario son en invierno, primavera y otoño. En verano a veces el calor resulta agobiante, pero se ve suavizado por los corredores de sombra en el recorrido. Atentos pues, a las predicciones atmosféricas, ya que no hay lugares para resguardarse en caso de tormenta.

Por otro lado, creo oportuno recordar que esta senda, según he leído, atraviesa un coto de caza. Yo no he visto las señales, pero sí he prestado atención a un comentario de alguien diciendo que se había encontrado con un cazador armado. Por este motivo, y por precaución, es recomendable comprobar las fechas de temporada de caza.

Torretas pertenecientes al antiguo funicular minero. San Miguel de las Dueñas.

A una corta distancia del monasterio, llegando a San Miguel, nos fijaremos en un par de torretas oxidadas situadas en las inmediaciones del río. Es lo que queda de un funicular aéreo que sirvió para trasladar el mineral proveniente de Calamocos, Onamio y Paradasolana hasta la estación del tren.

En lo relativo al austero Monasterio de San Miguel, ocupado por monjas de clausura cistercienses, deciros que vale la pena acercarse hasta él. Si os fijáis bien veréis que una parte del mismo se halla deshabitada, con sus ventanas decaídas y cristales rotos, más algún que otro detalle que precisaría arreglo. Probablemente necesitaría alguna inversión económica para permitirle recobrar todo su esplendor.

El Monasterio de San Miguel de las Dueñas, 1 julio 2017.

Vale la pena detenerse a mirar su puerta principal (han abierto otra en el muro, que es la que hoy se utiliza para entrar al recinto), así como su fachada. A mí me ha parecido reconocer en el una estatua del arcángel San Miguel enfrentándose al maligno. También hay un interesante blasón, colmado de castillos, y una placa dedicada a los Caídos por Dios y La Patria. Cruel testimonio de la postrera alianza entre la iglesia y el franquismo. Por lo que parece los otros muertos, los de las cunetas, esos no merecen placa alguna.

Y nada más, si acaso disculpad el último comentario, ya que hay dolores que no se olvidan jamás. Por lo demás, deseo que estas indicaciones, aunque incompletas, os resulten de utilidad. ¡Bienvenidos a El Bierzo!

Un ecologista en El Bierzo.

Por la Senda de los Canteros. (De Ponferrada a San Miguel de las Dueñas). 01/11/12. Rutinas varias.com.

Senda de los Canteros. Ponferrada – San Miguel de las Dueñas. 20/11/12. Aventurasdeundominguero.blogspot.com.es.

Monasterio de San Miguel de las Dueñas. Wikipedia.org.

XV Ruta de senderismo – SENDA DE LOS CANTEROS. 20/04/13. Youtube.com. Carlos Corzón Campazos.

La Peña do Seo y sus minas de wólfram desde Cadafresnas

Ascendiendo por los zigzags hacia la peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Ascendiendo por amplios zigzags hacia la peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique López Manzano.

Uno de los mitos que perdura en El Bierzo guarda relación con las minas de wólfram de la peña do Seo. La imagen de un poblado minero en ruinas, perdido en la inmensidad de unas montañas interminables, ha contribuido en gran medida a mantenerlo vivo.

Desde luego les invito a conocer esta zona y peña, que aunque con una altitud inferior a los mil seiscientos metros (lo que hace que pudiéramos considerarla como una cima menor en comparación con otras alturas bercianas) presenta unos encantos que compensan con creces el esfuerzo de acercarse hasta el lugar, y no digamos hasta la cumbre.

El pueblo de Cadafresnas y la peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

El pueblo de Cadafresnas con la peña do Seo al fondo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Recomiendo que realicen esta visita aprovechando algún momento de bonanza meteorológica, pues de lo contrario no hay abrigos, salvo en las casas semiderruidas del poblado minero y en una caseta situada en la cima de la montaña. Por otra parte, aunque yo realicé la ascensión en un día ideal, sin excesivo calor y con límpidas panorámicas, me temo que la nieve, la lluvia o la niebla, podría complicar la excursión al ocultar los hitos y volver resbaladizo el trecho rocoso más inmediato a la cima.

Ruta Cadafresnas - Peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Ruta Cadafresnas – Peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Una vez alcanzada ésta, que ofrece un precioso cordal no demasiado complicado de recorrer, el montañero podrá disfrutar de unas vistas extraordinarias del Bierzo, pudiendo reconocerse desde la lejanía la ciudad de Ponferrada, la central térmica de Compostilla I y las Médulas, entre otros puntos de interés. La misma peña do Seo es visible y fácilmente reconocible desde una buena parte de la hoya berciana, pudiéndose decir de ella que, pese a su limitada altitud, la preside con tanta autoridad como otras cumbres más altivas. Además, su peculiar forma hace que se la pueda reconocer fácilmente, permitiéndonos situar con facilidad los límites del Bierzo con Orense y Lugo.

La peña do Seo y el poblado minero. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

La peña do Seo y el poblado minero. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Hay quienes dicen que desde la peña pueden distinguirse hasta las cumbres de Babia, la zona de Trevinca y hasta Cabeza de Manzaneda. Desde luego es posible ver las orensanas montañas de la sierra de la Encina de la Lastra (Valdeorras, Orense) e inclusive la berciana sierra de Gistredo, con su mítico Catoute. Pero, incluso con estos alicientes incontestables, conviene recordar que estamos frente a una ruta con alguna dificultad y que, por lo tanto, no es apropiada para domingueros.

También para evitarme alguna posible reclamación, aclaro que mis explicaciones son meramente informativas, que lógicamente están sujetas a mi subjetiva apreciación, y que pueden variar mucho de una fecha a otra y, enormemente, en función de la meteorología. También les recomiendo que echen un vistazo a los enlaces antes de lanzarse a la aventura.

Ruinas del poblado minero del wólfram. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Ruinas del poblado minero del wólfram. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Sin embargo, también estamos ante una ruta aconsejable a todo amante de la naturaleza y la montaña, que puede limitarse a la visita del poblado, o alargarse un par de kilómetros más hasta las bocaminas y los restos del lavadero del mineral. Los más atrevidos podrán culminar alcanzando la cima, en una hora y media aproximadamente a partir de las ruinas del poblado.

Personalmente elegí realizar la ruta desde Cadafresnas, una aldea a la que se llega por carretera asfaltada que sale desde Villafranca del Bierzo cogiendo en dirección a Corullón, aunque hay otras igual de interesantes. Para llegar hasta ella basta con seguir las indicaciones de las señales de carretera. Una vez allí, hay que preguntar por la ruta al poblado minero, aunque exista una gran señal que nos la indica, pero que creo que no está bien ubicada. Supongo que debería situarse un poco antes, para así evitarnos tanteos y pérdidas de tiempo en la búsqueda de esa orientación.

El final de la pista y el inicio de la pared de la peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

El final de la pista y el inicio de la pared de la peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Es posible dejar el coche en el pueblo y emprender el camino a pie hasta el poblado minero siguiendo una pista de unos 4,5 kilómetros que ofrece unas excelentes vistas. Pero también se puede llegar con el vehículo hasta el mismo, sin excesivos problemas. El más grave de todos es que, en una zona de estancamiento de aguas ya cerca de las casas, hay algunos socavones que hacen que los vehículos toquen los bajos con facilidad si no se reduce al mínimo la velocidad. Los vehículos 4×4 pueden pasar sin problemas hasta la pared misma de la peña. Esto, claro está, en una época seca como la que yo disfruté, aunque me temo que en otras estaciones la aventura pueda resultar más complicada. El otro problema, si se anima a hacer el trayecto en coche, es que la pista de tierra no dispone de apenas espacios para el cruce de dos vehículos.

Vista de las dos cimas de la Peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Vista de las dos cimas de la Peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Señala alguien que no hay que olvidar que la ruta completa desde Cadafresnas al poblado resulta bastante larga (unos 9 kilómetros ida y vuelta), y más aún si se añade la visita a las bocaminas (otros 4 kilómetros entre ir y volver), con un desnivel total acumulado de algo más de 850 metros si se hace la cumbre y otros 5 kilómetros más (ida y vuelta), por lo que cada uno deberá de calcular bien su fondo físico. Sin embargo, sólo hasta el poblado, el camino a asciende suavemente y es muy llevadero.

Ya alcanzado el poblado se puede acceder a las bocaminas. En ese caso hay que coger una pista que aparece una vez dejadas atrás las casas, como a un centenar de metros a la derecha, que asciende en empinados zigzags (que siguen la Ruta circular del Bierzo, de la cual aparecen algunos postes indicadores) hasta el desvío a la izquierda que lleva a las bocaminas y al antiguo lavadero del mineral. Si se sigue subiendo por la pista de la derecha se llega, en poco tiempo, a un collado desde el cual puede verse el otro lado de la montaña.

Bajando de la peña hay que coger la bifurcación a la derecha que nos devuelve al poblado. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Bajando de la peña hay que coger la bifurcación a la derecha que nos devuelve al poblado. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

En ese collado están las ruinas macizas de una antigua construcción. Al lado de la misma se inicia un estrecho sendero, algo difícil de observar, que lleva a la cumbre de la peña. Yo calculo que en una hora aproximadamente. Avanzar por esa senda no resulta fácil debido al brezo bajo y la carquexia, que rasca bastante si no se lleva pantalón largo. Por lo demás, una vez cogido resulta fácil de seguir.

Personalmente prefiero la otra opción, creo que la más frecuente, para subir a la cumbre. Ésta consiste en continuar por la pista que, dejando atrás el poblado, pasa al lado de un gran depósito de agua abandonado, con una característica escalera que se conserva todavía, para alcanzar en aproximadamente una hora de camino de tierra fácil, aunque algo empinado, la pared rocosa tras unos amplios zigzags. Una vez llegados a la pared solamente hay que seguir los hitos, a veces un tanto esquivos, que nos dirigen hasta el cordal. En esta zona las vistas, en todas las direcciones, son impresionantes. Tampoco resulta demasiado difícil subir, aunque se tenga a veces la impresión de escalar la pirámide de Keops.

Antiguo lavadero de mineral. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Antiguo lavadero de mineral. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Ya alcanzada la cresta podemos llegarnos hasta el geodésico, situado a nuestra izquierda junto a los restos de una caseta, o hasta un hito bastante grande de piedras, que encontraremos cresteando hacia la derecha. Se tarda aproximadamente unos tres cuartos de hora en llegar a las cumbres desde el pie de la peña, y si dejamos atrás el gran hito podremos comenzar a bajar hasta el cuello del que hablé antes que nos lleva a la casa de piedra abandonada (hecha de grandes bloques blancos) y que permite regresar al poblado. Bajando por esa pista podemos incluir un desvío de ida y vuelta hasta las bocaminas. Calculo en una media hora larga esta bajada desde el hito al cuello.

Sobre la historia del poblado y del wólfram no me quiero extender en esta ocasión. Vale la pena pararse a conversar un momento con algún vecino del pueblo. Hay un bar poco señalado en el centro del pueblo. Con un poco de suerte encontraréis a alguien que os hable del Lejano Oeste que un día fue esta zona, de la temible ‘Patrulla del Gas’, y de las hasta 250.000 pesetas de la época por tonelada que se pagaba por el mineral. Cuando el salario era, por entonces, de unas 15 pesetas diarias.

La primera bocamina en la peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

La primera bocamina en la peña do Seo. 6 sept. 2015. Foto: Enrique L. Manzano.

Pero todo terminó cuando finalizó la demanda de un mineral que, añadido al acero, permitía su endurecimiento y evitaba el recalentamiento de las armas. El final de la II Guerra Mundial también marcó el ocaso de la minería en la peña. Sin embargo, en el pueblo se me dijo que una compañía canadiense está realizando catas por las noches, con la intención de reabrirla. El wólfram y otros minerales codiciados, utilizados esta vez en los móviles, estarían detrás del nuevo intento.

En los enlaces que facilito podéis ver fotos del interior de las galerías mineras, realizadas por unos moteros, muy deterioradas en la actualidad por los derrumbes. Dan bastante miedo y desde luego desaconsejo entrar dentro. Para aquellos que sientan el gusanillo de conocerlas les diré que en el pueblo me dijeron que un señor de Corullón (Jose) las ha filmado en su casi totalidad y que comercializa esos videos.

Lo que me parece lamentables es que los escombros procedentes de la explotación minera se hayan dejado abandonados de cualquier manera en la pared de la peña. Esperemos que, si se llegase a explotar de nuevo, se logre evitar este feísmo.

Un ecologista en El Bierzo.

La tercera bocamina del wólfram. 6 sept. 2015. Foto: Enriqe L. Manzano.

La tercera bocamina del wólfram. 6 sept. 2015. Foto: Enriqe L. Manzano.

Peña do Seo (Cadafresnas-Pabellones-Minas Peña do Seo – Cadafresnas) 04/07/13 y 07/07/13. Wikiloc.com.

Peña del Seo (1.576 m). 18/11/13. Aventurasdeundominguero.blogspot.com.es.

Cadafresnas – minas de wolframio – Peña do Seo – Cadafresnas.
12/07/14.Wikiloc.com.

La Peña do Seo y su mina. !Espectacular! 04/12/11. Atce.mforos.com (imágenes de las galerías).

Antigua mina de wolframio. Rottodigital.com. Enrique Álvarez (interior de una galería).

El Instituto Europeo de Turismo impulsa una ruta del wolframio que ‘puentea’ al Bierzo. 05/12/12. Diariodeleon.es.

El Mediterráneo en la Sierra de la Encina de la Lastra

El Aula de Naturaleza y Senderismo del Instituto de Estudios Bercianos (IEB), con el que mantengo relación desde hace varias décadas, organizó el pasado sábado 23 de noviembre otro de sus ‘Senderos geonaturales’, una actividad excursionista diseñada por  Francisco Arias Ferrero y Ramiro-Zoilo López para el Instituto dedicada a la divulgación de la geología. Desde el año 2007 esta sección del IEB lleva programando este tipo de salidas, las cuales gozan de una gran aceptación, como he podido comprobar en diversas ocasiones.

Fue precisamente con este mismo recorrido, el  de la ‘Ruta monte da Fraga’, con el que este grupo inició su actividad divulgativa del entorno geológico berciano, aunque para la ocasión abandonara ligeramente la comarca para centrar su actividad en la provincia orensana, en concreto en el Parque Natural de la Sierra da Encina da Lastra, un espacio declarado protegido desde el año 2002 por sus altos valores medioambientales.

Participamos en la salida casi cuarenta caminantes, quienes recorrimos en aproximadamente tres horas los seis kilómetros de lo que resultó ser casi un paseo, con un desnivel bruto de sólo 310 metros. Un circuito de dificultad media-baja, es decir al alcance de casi todo el mundo.

El punto de salida de la excursión se situó en el pueblecito de Pardollán, que se encuentra situado a unos 520 metros de altitud en la comarca orensana de Valdeorras, lindando con la berciana, y culminó en el Alto de O Carvallal, el punto más elevado del recorrido con 830 metros de altura. Los interesados pueden utilizar el plano de Carucedo Nº 191-I, del IGN, realizado a escala 1/25.000.

A Pardollán se accede desde Ponferrada por la carretera N-120 en dirección a O Barco. Nada más atravesar el túnel de Covas, a aproximadamente un kilómetro, es necesario coger un desvío a la derecha que indica la localidad de Biobra, pero que nos lleva, una vez cruzada la N-120 a través de un puente superior que la atraviesa, a Pardollán, situado a unos cuatro kilómetros, pasando previamente por la encantadora población de Vilar de Silva. La ruta elegida recorre periféricamente el macizo montañoso conocido como el Monte da Fraga.

Desde Pardollán hay que  coger el ‘Sendero del cura’, que se inicia a escasa distancia del pueblo, por la izquierda, caminando por la carretera en dirección a Vilar da Silva. Se trata de un antiguo canal de riego que se habilitó para facilitar el acceso del párroco a la ermita románica de Santo Estevo (San Esteban), ubicada al lado del arroyo de Pardollán  y actualmente en abandono. De hecho, a escasos metros de la ermita puede descubrirse el arroyo, que brota de una pequeña cavidad cárstica rodeada de maleza bajo la forma de un manantial. Muy cerca, y por encima de la ermita, encontraremos la derruida infraestructura de un antiguo molino del que se conserva el ‘banzao’, un curioso depósito de almacenamiento de agua, de forma circular, que se llenaba del preciado líquido para alimentar luego al molino, durante aproximadamente una hora de servicio según los cálculos de nuestros guías.

Desde esta altura puede disfrutarse de unas excelentes vistas sobre la población de Salas de la Ribera, situada cerca de la ribera del río Sil, y por encima de ella -destacando por el fulgor de sus tejados iluminados por el sol-, San Pedro de Trones. Más a la derecha se alcanza a ver algunas casas del Puente de Domingo Flórez.

En el entorno de la ermita es posible degustar, al menos en esta época, los frutos maduros del madroño (Arbutus unedo), en un lugar donde también abundan las encinas (Quercus ilex) y los olivos o aceitunos (Olea europea), circunstancia esta última que provoca cierta sorpresa al tratarse el último de un árbol más propio del clima mediterráneo que del atlántico. Superado el ‘banzao’, un sendero zigzagueante que gana altura rápidamente nos acerca a los restos, hoy en abandono y medio recubiertos por la vegetación, de la fábrica de pintura que otrora aportara trabajo y beneficio a algunas familias de la zona.  Todavía queda algún resto oxidado de la maquinaria empleada por la empresa en la molienda del mineral, una actividad que cesó en la década de los setenta. En la zona inmediata puede encontrarse la fuente mineromedicinal de Aguayo, una surgencia de agua ferruginosa, de aspecto parduzco y gusto metálico, que los aldeanos del lugar recomiendan para el tratamiento de anemias y afecciones cutáneas.

Unos metros más arriba, en una zona más despejada del bosque que acabamos de atravesar, nos encontramos  con un barranco en donde abundan las cuevas o ‘palas’, que es como las llaman en esta zona de Galicia a las cavidades de origen natural propias de los terrenos calizos de esta zona. Bordean el colorido barranco unas paredes ocres, en algunos lugares con tonalidades más rojizas o amarillentas, que constituyen lo que fueron las minas de pintura del lugar. Es uno de los puntos de interés geológico de este recorrido, y está conformado por grandes depósitos de hidróxidos de hierro (hematites y limonitas) que, en el siglo pasado, sirvieron para la fabricación de pinturas que sirvieron para  dar lustre a exteriores e interiores de las casas. Nuestro guía nos señala la presencia, en lo alto del cerro que domina la zona abarrancada, de restos de escorias de hierro, lo que podría situar alguna arcaica explotación minera, aún por investigar en el mismo.

El camino continúa en sentido ascendente por la verde vallina deforestada de O Carvallal, dedicada en la actualidad al pasto para el ganado aunque en el pasado se utilizó para el cultivo de cereales. Unos metros antes de alcanzar este espacio despejado, sobre un roquedo situada a la izquierda de la senda, observamos algún ejemplar de Petrocoptis grandiflora, Petrocoptis grandiflora. Fuente unecologistaenelbierzo.wordpress.com.  Foto Enrique L. Manzano.una pequeña planta endémica del lugar que se desarrolla sobre la roca calcárea. Continuando la senda, que superada la pradería se convierte en pista, alcanzamos el alto de O Carvallín, desde donde se puede otear uno de los hermosos paisajes del Parque Natural de la Sierra da Encina da Lastra, y desde el cual se vislumbra Biobra.

Vista de Biobra desde el Alto do Carvallín. Fuente unecologistaenelbierzo.wordpress.com. Foto Enrique L. Manzano.A partir de este punto el camino inicia su fase de descenso, rodeando los farallones calizos de Valello, un acantilado con forma de corredor que también constituye un mirador excepcional del paisaje de la Sierra. Dejando a nuestra izquierda las praderías del piedemonte del Monte da Fraga, nos acercamos rápidamente hacia la localidad de Vilar de Silva, que se descuelga, como un graderío a la solana, hacia el embalse de Peñarrubia.

A medio camino entre Vilar de Silva y Pardollán y justo donde el camino corta los acantilados calizos del Monte da Fraga, aparece el mirador, bien señalizado, de La Cruz. Desde aquí es posible observar en la lejanía la presa de Campañana, y en su plenitud la imponente mole caliza de Peñarrubia dominando la presa del mismo nombre, la cual embalsa el agua del río Sil para que, conducida a través de un canal de casi cinco kilómetros de longitud, alimente la central hidráulica de Quereño.

Seguidamente, y en continuo descenso hacia el pueblo, podremos observar, a nuestra izquierda, antiguas plantaciones de olivos con los que los lugareños producían aceite para el consumo propio gracias a las favorables condiciones de unos terrenos con características propias de los paisajes mediterráneos. En este sentido, también podremos prestar atención a la abundante presencia del almez (Celtis australis), propio de hábitats mediterráneos más cálidos.

Un merecido trago de agua en la fuente carbonatada del Regueiro en Pardollán dará por concluida la excursión al regresar al punto de partida de la ruta.

Es interesante señalar que el Instituto de Estudios Bercianos dispone de una ‘hoja de ruta’ que describe algo más ampliamente que esta reseña los valores naturales más destacados observables durante este recorrido, tanto desde el punto de vista histórico y cultural, como botánico, faunístico, geológico y paleontológico, y que podéis consultar en el mismo IEB.

Un ecologista en El Bierzo.

Nota: La documentación de base para la elaboración de este artículo es obra de la Asociación de Amigos de los Montes Aquilianos para el IEB.

Ficha. Senderos Geonaturales. IEB. MONTE DA FRAGA.

Ecologistas en Acción defiende la necesidad de alcanzar un mayor consenso para el proyecto del Pajariel

Ecologistas en Acción del Bierzo ha criticado en un comunicado fechado hoy las prisas con la que se ha llevado el proceso de la Agenda Local 21 (AL21) y propone una moratoria para el proyecto ‘El Pajariel, Parque Forestal’ con el fin de consensuar mejor las diferentes aportaciones políticas y ciudadanas al mismo.

Un ecologista en El Bierzo.

La necesidad de alcanzar un mayor consenso para el Pajariel, por Ecologistas en Acción del Bierzo.

Pescadores en el río Sil, tocando el Monte Pajariel. Ponferrada, 21 sept. 2008. Fuente: unecologistaenelbierzo.wordpress.com. Foto: Enrique L. Manzano.«Los ecologistas hemos seguido de cerca las diferentes fases del proyecto, desde su exposición pública (los pasados meses de abril y mayo), hasta la el cierre de la admisión de propuestas ciudadanas en la segunda y última reunión de la Mesa de trabajo, celebrada el pasado 6 de julio.

Nuestra organización considera que en un momento de grave crisis económica y conociendo los enormes déficits en instalaciones y servicios de la ciudad de Ponferrada y sus pedanías (transporte insuficiente, falta de locales municipales para las asociaciones, ausencia de carriles bici, etc.) sería más conveniente que se solventaran esas insuficiencias antes de invertir una cantidad millonaria en un proyecto que, aun habiendo pasado – aunque sea de resbalón – por la Agenda Local 21, no ha quedado suficientemente consensuado por los partidos políticos ni las asociaciones ciudadanas.

Ecologistas en Acción del Bierzo cree que el proyecto no debería utilizarse como bandera de ningún partido, ni que tampoco ha de servir para ponerse medallas o conseguir votos. Dada la gran importancia afectiva que tiene este monte para muchos de nosotros consideramos que cualquier intervención que altere su configuración de manera definitiva debería ser el resultado de un amplio consenso político y ciudadano, en cualquier caso mucho más amplio del que se da en estos momentos.

Ecologistas en Acción denuncia la urgencia de todo el proceso de la AL 21, así como las irregularidades cometidas en su organización. Así, se dio el caso de que en la de la primera reunión las cartas convocando a la Mesa de trabajo (enviadas a los que depositaron su boleto en la urna de la exposición) llegaron dos días después de celebrada ésta. Y en cuanto a la segunda sesión, se convocó a los participantes de por correo electrónico (un jueves para el lunes), motivo por lo que consideramos que se ha incumplido el reglamento de la Agenda y que esta circunstancia  puede interpretarse como un intento de dificultar la participación ciudadana por parte del Consistorio.

En lo referente al proyecto, y siempre situándonos en el contexto de crisis actual, los ecologistas opinamos que no es el momento adecuado para que el Consistorio se endeude más aún y que sería mejor plantearse este plan en un momento de mayor bonanza económica. La reciente reducción del servicio de transporte público (TUP) parece darnos la razón. Y  también lamentamos que en ningún momento el Ayuntamiento haya hecho mención a la cantidad de empleos que podría general este proyecto, ni durante cuánto tiempo, unas consideraciones que hubiésemos visto con interés y cuyo olvido deja a las claras que la intención municipal no es tanto satisfacer las necesidades laborales de la población, tan duramente puestas a prueba en el contexto actual, como una apuesta electoral.

Consideramos la convocatoria de la Agenda Local 21 como un paripé del Gobierno municipal, al que parece importarle más el oropel que las necesidades reales de los ciudadanos. Creemos que la elección de los grupos de trabajo en los que éstos participan debería ser una prerrogativa personal, algo que no se cumplió; también denunciamos que las reuniones han resultado de una brevedad espectacular y, además, tenemos serias dudas sobre el cumplimiento final de las modificaciones que entre todos hemos aportado al proyecto inicial.

Aún así, y viendo casi inevitable que – desatendiendo nuestra opinión igualmente se lleve el asunto adelante (estemos implicados o no en él) – hemos decidido participar en el proceso. Porque entendemos que una ciudadanía insuficientemente informada no podría entender por qué desistimos de nuestra obligación de proteger los valores medioambientales del Pajariel.

Ecologistas en Acción del Bierzo propone posponer el proyecto y plantear un estudio abierto y consensuado del mismo, tanto a nivel político como ciudadano, libre de injerencias electorales. También proponemos la creación de un organismo independiente encargado de la gestión del futuro parque, con un presupuesto específico (del Ayuntamiento, de la Junta o de quien competa), una dirección y empleados en número capaz de asegurar el buen mantenimiento del mismo (pero seleccionados por el INEM y no por el Ayuntamiento, y con criterios basados en su perfil profesional, en el mayor tiempo en el paro y en las necesidades económicas personales o familiares), y una junta rectora compuesta por representantes de los partidos y las asociaciones ciudadanas que deseen participar en su gestión.

Desde nuestra organización vemos este proyecto del Consistorio y de la Junta de Castilla y León como un megaproyecto parecido a otros como los que nos tienen acostumbrados ya. En todo caso, desde nuestra asociación propondríamos actuaciones de menor calado, como podrían ser la construcción de dos pasarelas sobre el río Sil que comunicasen los barrios de la Estación – Temple  y el de Flores del Sil con al monte, el mantenimiento y señalización de las sendas ya existentes en el monte, y un plan de actuación silvícola y forestal orientado a su cuidado y a preservarlo de incendios”.

Comunicado de Ecologistas en Acción del Bierzo. 10/07/09.

Segunda reunión de la Agenda Local 21 sobre el Pajariel en Ponferrada

Hoy, lunes 6 de julio, nos hemos reunido los miembros de los diferentes grupos de trabajo creados para tratar de la ordenación municipal del monte Pajariel, a petición de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ponferrada.

Esta es la segunda reunión de la Mesa de Trabajo: “El Pajariel, parque forestal”. Su convocatoria se engloba dentro de los planes de la Agenda Local 21 (AL21)  municipal -que fueron instaurada en el municipio de Ponferrada hace algunos años, aunque  yo no los conozco en detalle -.  Como es conocido la AL21 alienta  la participación ciudadana en el desarrollo sostenible de la ciudad.

La Mesa de trabajo se ha organizado en diferentes grupos que se han dedicado a debatir sobre la situación actual del Pajariel. De hecho no ha sido complicado, ya que el técnico municipal, Francisco Jordán, ha traído una propuesta que incluye siete puntos que son los que considera que  han de ser tratados.

1.- Usos del monte: cinegéticos, agrícolas y ganaderos.

El modelo de bosque que se propugna aúna el aprovechamiento y la conservación dentro de un planteamiento que garantice la sostenibilidad. Se busca promover los usos tradicionales y los aprovechamientos del monte con una clara vocación social; es decir, no enfocados a obtener un beneficio económico sino a promover la cultura forestal de cara a los visitantes del futuro parque.

En este apartado las propuestas ciudadanas han girado en torno a el aprovechamiento maderero, micológico, ganadero, frutal, resinoso, del corcho o cinegético.

2.- Usos culturales y turísticos.

En este grupo los participantes proponen una serie de actuaciones encaminadas a fomentar el uso turístico y cultural del ‘Parque Forestal El Pajariel’. Las propuestas van desde la instalación de un Observatorio astronómico, una superficie al aire libre para la contemplación e interpretación de las estrellas, en la que los usuarios del parque puedan contemplar directamente o mediante telescopios el firmamento, a la construcción de cabañas para la pernoctación de grupos reducidos dentro del monte. Se apunta la posibilidad de instalar en las inmediaciones una carbonera que mostraría el proceso de obtención de carbón de origen vegetal y también colmenas, que para exponer a los visitantes el proceso de elaboración y recogida de la miel. También se incluiría una zona de acampada libre de uso controlado.

3.- Actividades deportivas y recreativas.

Para fomentar el uso deportivo y recreativo del Pajariel se proponen diferentes actuaciones: Itinerarios aprovechando caminos, sendas y pistas ya existentes, más otros nuevos (como el Sendero de los paisajes vegetales, el Sendero de las cumbres, el Sendero de Pons Ferrata (más próximo a la ciudad, el Sendero de Valdueza (trazado que discurre por el valle del río Valdueza), o la Senda romana (que discurre próxima al yacimiento romano de Santa Eulalia).

La longitud total de itinerarios sería de unos 50 km. Se propone situar miradores en distintos puntos estratégicos de las zonas más elevadas del monte, así como áreas de merendero y terrazas recreativas para ocio infantil, juvenil y adulto, etc.

4.- Promociones e Infraestructuras.

En este grupo de trabajo se incluye la propuesta municipal del teleférico. Entre la cota (500m.) del río Sil y la cima del monte (817m.) hay un desnivel de algo más de 300 m. Es un desnivel importante que la propuesta municipal quiere resolver con la instalación de un teleférico.

En cuanto a los diferentes tipos de acceso humano al monte, desde los municipios que lo rodean, se propone clasificarlos en las siguientes categorías: acceso rodado (controlado), acceso peatonal y el ya mencionado teleférico.

5.- Prevención, seguridad y mantenimiento.

El objetivo principal en este apartado es prevenir y reducir los incendios forestales en el monte. Se establece la necesidad de minimizar la superficie afectada por los incendios en el caso de que se produzcan y establecer las medidas de seguridad adecuadas para evitar los riesgos a los visitantes del parque en estas situaciones.

6.- Medio natural: flora y fauna.

Aquí se trata el tema de las plantaciones, encaminadas a la recuperar los paisajes vegetales ya existentes en el propio monte, tcomo robledales, encinares, pinares, castañares, zonas de vaguada, etc. Se habla sobre los tratamientos silvícolas, los resalveos, las cortas de policía, las limpiezas, desbroces, claras y clareos. También de la posibilidad de desarrollar labores de investigación sobre biomasa forestal a través de la colaboración entre la Fundación Ciudad de la Energía (CIUDEN), la E.T.I. Forestal y el Ayuntamiento de Ponferrada.

7.- Educación ambiental.

Para conseguir un mayor conocimiento del monte, se proponen fundamentalmente dos actuaciones: la creación de un edificio multifuncional formado por dos volúmenes principales. Uno de ellos estaría dedicado a la realización de actividades culturales: exposiciones, conferencias, realización de talleres, etc. Y el otro serviría para informar y remitir a los visitantes al resto del monte. Se acuerda establecer una red de itinerarios temáticos para el disfrute de la riqueza natural y cultural del monte por parte de los visitantes.

Agotado el tiempo, se acuerda continuar trabajando sobre el proyecto en otras sesiones próximas.

Un ecologista en El Bierzo.

La Agenda 21. Agenda 21 Local. Es.scribd.com.

proyecto-pajariel-area-de-recreo-2009

Nota: El día 6 de noviembre de 2009 el Ayuntamiento subió a su página web una reseña de explicativa sobre la Agenda Local 21. También, en la misma web municipal (ponferradasostenible.org), en su página ‘Enlaces de interés’ aparece uno titulado ‘Proyecto Pajariel, parque forestal’ (http://www.pajariel.es), que hoy ya no funciona. Sí permanece todavía activo el enlace informativo sobre la exposición que organizó el Ayuntamiento para exponer su proyecto a la ciudadanía.

Ruta botánica por las Peñas de Ferradillo con el Instituto de Estudios Bercianos

Otra vez me ha tocado madrugar, aunque no tanto como cuando salgo con mis amigos de la Peña Gistredo hasta las altas cimas de la Cordillera Cantábrica. Cruzado el puente Boeza, en Ponferrada, me he dirigido  hacia los Montes Aquilianos, en concreto hacia el Campo de las Danzas. Allí dónde -según recoge una antigua tradición oral- las brujas celebraban sus  infernales aquelarres.

Después de adelantar, en la sinuosa carretera que asciende hacia los montes, a tres microbuses fletados por el Instituto de Estudios Bercianos,  al llegar a una gran campa que culmina la carretera y que suele utilizarse como aparcamiento, me encontré con un compañero de la Escuela Oficial de Idiomas. Nica es un experto montañero y muy aficionado a las plantas. También estaba allí Paco, el alma mater de la excursión, al que acompañaba su hermano Abel, y que acabaría revelándoseme como un gran botánico.

Carlos Romero, un profesor incansable.

Explicar lo agradable que resultó este paseo, guiado por un profesor incansable como Carlos Romero, ahora jubilado, es tarea difícil. Romero conoce al dedillo las plantas de esta zona y acompañarle en este recorrido botánico resultó una experiencia inolvidable. (¡Flipante!, que dirían mis hijos). Pienso en la suerte que tenemos de poder contar con él.

Dejando la cima de la Aquiana a nuestra espalda, subimos hasta situarnos en la cresta de la montaña que se sitúa a caballo entre El Bierzo y la Cabrera. Oscar Oviedo, de la Asociación de Padres Cabrera Joven, oriundo del lugar, aprovecha para comentarme algunos detalles de las ampulosas vistas que nos ofrece este recorrido. Por ejemplo, a lo lejos y encaramado en la ladera opuesta vemos el pueblo de San Pedro de Trones, rodeado de numerosas escombreras procedentes de la explotación pizarrera. Y aunque estoy a favor de que se exploten responsablemente los tesoros que el planeta nos ofrece (la pizarra es fuente de grandes ingresos en la zona), no puedo menos que pensar en la incuria de los empresarios y gobernantes que  permiten tal degradación del paisaje.

Endemismos en las Peñas de Ferradillo.

Al llegar a la collada de la Nevera, situada al pie de las Peñas de Ferradillo, hacemos una pausa. Estamos encaramados en la cara norte de las rocas y desde aquí ya podemos ver las casas del pueblo, así como la llanura berciana, que se abre ante nosotros en toda su extensión y nos muestra el tinte azul de los lagos de Campañana y Carucedo, así como el blanco de la explotación minera de Catisa y, cerrando la vista, las montañas que cierran y limitan a la hoya berciana.

Es en este lugar que el profesor nos ofrece una charla  y que todos podemos observar -y fotografiar- los primeros endemismos propios de la zona, como el Rhamnus legionensis Rothm, que también aparece en la zona de Orense y Sanabria, o el Geranium dolomiticum, con su modesta y bella flor de cinco pétalos.

En su conjunto, las Peñas de Ferradillo constituyen un paisaje excepcional que considero que tenemos la responsabilidad de preservar inalterado para las generaciones venideras. En esta ocasión nuestros gobernantes han cumplido con su obligación y, actualmente, es un enclave declarado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Red Natura 2000. Es cierto que, ya desde el año 1872, se conoce la existencia en estos islotes calcáreos la presencia de algunas rarezas botánicas. De hecho, estos roquedos albergan hasta el 91,3 % de los endemismos vegetales bercianos.

Pero, aparte de esto, se trata de un lugar de excepcional belleza, equiparable en ese sentido, -si es que la belleza puede llegar a compararse-, al Valle del Silencio, en Peñalba. La gran barrera rocosa en la que nos encontramos se alarga en dirección de Las Médulas antes de descender hacia los pueblos de La Chana y Voces, en donde acaba situándose en cotas cercanas a los 600 metros de altitud.

Paco, que conoce la geología local, nos explica que se trata de un afloramiento de calizas y dolomías pertenecientes al ordovícico superior y con una edad cercana a los 450 millones de años. Es su alto contenido en magnesio, sumado al aislamiento de estos crestones rocosos, lo que ha permitido que se desarrolle en él un tipo de flora única.

La Peña de Muces o de Voces.

Desde aquí se impone la visión de la Peña de Muces -también conocida como Peña de Voces-, que alcanza su altura máxima en la Cruz de la Peña (1.450 metros). Ella domina con su mole impresionante este conjunto rocoso calizo. Alberga algunas cavidades y es conocido que en la postguerra estos abrigos naturales fueron utilizados por algunos republicanos como refugio.

Pero hoy, el interés de la Peña de Voces reside sobre todo en su extraordinario valor botánico. Hay una docena de especies endémicas en este lugar. Y un tejo que ha logrado sobrevivir a las inclemencias del tiempo la friolera de 500 años o más. El tejo de Paradela de Muces -como lo llaman los lugareños- tiene un perímetro troncal de casi tres metros. Recordaré aquí que el tejo es un árbol protegido por el Decreto 63/2007 de 14 de junio  de la Junta -por el que se creó el Catálogo de Flora protegida de Castilla y León- y es bastante probable que el ejemplar que crece aquí naciera mientras reinaban de los Reyes Católicos.

El pueblo de Ferradillo.

En la fuente de Ferradillo, que mana todo el año, se paran los excursionistas a beber agua fresca. Luego, su caminar cansino les acercó al pueblo, muy próximo, en el que hijos y nietos de sus antiguos pobladores reconstruyen las casas antaño abandonadas. Actualmente, la Asociación Amigos de Ferradillo cuida de los intereses de la aldea, que se vio abandonada en la década de los setenta. Permanecen todavía en ella los restos de un pequeño monasterio y de la iglesia parroquial, ambos en estado de penoso abandono.

La pista de Paradela de Muces nos arrastra, en su leve bajada, hacia otra vista excepcional de las Peñas. En las faldas de la montaña existe una especie de bosque primigenio, muy bien conservado, en cuya espesura pueden encontrarse algunas especies de plantas raras y excepcionalmente bellas, como por ejemplo la Campanula adsurgens, la Polygonatum multiflorum o algún ejemplar de cerezo centenario con troncos que no logramos abarcar ni entre dos.

Torcas y lengua de ciervo.

Entre las rocas más altivas se ocultan torcas que impresionan por el aspecto insondable de sus abismos. Es allí mismo, en la boca de las simas, donde descubrimos la lengua de ciervo (Phyllitis scolopendrium), una variedad de helecho rarísima que destaca por su belleza. Preguntado un lugareño sobre el nombre del agujero responde que no tiene. ¿He de deducir de esta respuesta que las hay más grandes todavía? Me prometo a mí mismo que regresaré a este lugar para intentar bajar, con algunos compañeros espeleólogos, hasta el fondo de la sima.

En un claro del bosque nos espera un grupo de personas reunidas en torno a unas mesas puestas. Son miembros de la Asociación Cultural Paradela de Muces. Han preparado carne a la brasa, chorizos, jamón, empanadas y otros platos deliciosos para los excursionistas. Tampoco escasean las bebidas y, mediando el vino, al poco rato todos somos grandes amigos.

Entre los presentes hay algún ecologista, como Toño Méndez, a quien podemos agradecer que, gracias a su dedicación valiente, se haya conseguido cerrar una cantera, la de la Peña del Horno, que estaba afectando gravemente a este lugar idílico. Otro de ellos, Alejandro, ingeniero de minas, se vio involuntariamente metido en un juicio por agresión cuando el encargado de la cantera le confundió con otra persona y le golpeó. El agresor fue juzgado y condenado a pagar una multa, además de las costas del juicio.

El castro de la Peña del Hombre.

Desde el lugar en donde nos encontramos podemos ver el Castro de la Peña del Hombre. Los arqueólogos lo datan de la época romana y creen que servía para asegurar la protección de la red hidráulica de abastecimiento de agua de las minas de Las Médulas.

Antes de imprimir este artículo, y en previsión de posibles críticas, deseo dejar claro que mi intención al describir esta salida es puramente divulgativa. Reconozco que no soy ningún experto en nada ni tampoco he pretendido ahondar en la descripción de los endemismos aquí presentes. De hecho, existen numerosos estudios científicos sobre éstos en Internet. También quiero precisar que todas las opiniones aquí vertidas son personales y en ningún caso comprometen a los organizadores de la excursión.

Personalmente creo que valdría la pena volver a publicar noticias sobre estos pueblos y enclaves, y espero que en la medida de lo posible pueda volver a hacerlo en un futuro próximo.

Un ecologista en El Bierzo.

Nuestras plantas, únicas. 27/02/08. Lasnoticiasdemitierra.blogspot.com.

Ferradillo. Ferradillo.com.

No a la cantera de Paradela de Muces. Amorteira07.blogspot.com.

Asociación Cultural Muces. Imágenes de la excursión. 12/01/11. Acmuces.blogspot.com.es.

Nica y Abel toman la medida a un cerezo silvestre en las Peñas de Ferradillo. 30 mayo 2009.  Fuente: unecologistaenelbierzo.wordpress.com. Foto: Enrique L. Manzano.Rhamnus pumila subsp. legionensis Rothm. Biga.org.

Geraniums Especies. Infojardin.com.

Phyllitis scolopendrium. Asturgeografic.blogspot.com.es.